Las ciruelas pasas son remineralizantes

Reduce presupuesto y gana salud

Las ciruelas pasas son más baratas que los dátiles, aportan casi la mitad de azúcares y más del doble de fibra.  Si te preocupan el estreñimiento, el nivel de saciedad de tus platos o los kilos de más, elige las ciruelas, la fruta seca menos calórica.

Antocianinas a raudales

El color morado de este alimento evidencia su riqueza en antocianinas, un pigmento anticancerígeno que es capaz de  proteger los capilares de la retina, reforzar el sistema cardiovascular y actuar como un excelente antiviral frente a las infecciones respiratorias (covid-19, gripe, etc.)

 

El dulce de los hipertensos

Son, por otro lado, un yacimiento de potasio, un mineral que mejora el control de la hipertensión.  Con esta finalidad, combina las ciruelas con los orejones, los pistachos o las almendras (sin sal).

Con buenas dosis de hierro

También destacan por sus altas concentraciones de hierro.  Si las utilizas como guarnición de la carne o de cualquier otro alimento rico en proteínas animales, la absorción de este mineral está

garantizada.

Frena el paso de las grasas

Por su riqueza en fibra, es todo un acierto acompañar carnes grasas con ciruelas pasas, ya que este compuesto frena la absorción de los lípidos.  Y por su aporte en niacina, ayuda a bajar el colesterol. 

 

Osteoporosis a raya

El consumo de ciruelas pasas incrementa la presencia de un compuesto, el IGF-1, que estimula la formación del hueso.  Aunque el contenido de calcio no es remarcable, son ricas en minerales como el boro, en vitamina K y en polifenoles, esenciales para el buen estado del esqueleto.

 

Si preparas tu muesli con copos de avena y ciruelas pasas reforzarás la salud de la microbiota intestinal. La toma de ciruelas secas se asocia a una reducción en la incidencia de cáncer de colon.

Fuente Gemma Navarro - Dietista