Con pequeños cambios en la alimentación y en el estilo de vida podrás mejorar la digestión y evitar las molestas flatulencias.
- Col, coliflor, alcachofas, coles de Bruselas.
- Legumbres en general (aunque antes de retirarlas por completo de la dieta se debe intentar cocinarlas de tal modo que mejore su digestibilidad).
- Alimentos más grasos: fritos rebozados, snacks...
- Edulcorantes: sorbitol, manitol, etc.
- Bebidas con gas: gaseosas, cerveza, refrescos.
- Salvado.
El tercer consejo es consumir las frutas y verduras de temporada maduras pues esto hace que mejore la digestibilidad de las fibras.
Cocinar de un modo inteligente también contribuirá a favorecer la digestión. Desde siempre se han usado las hierbas carminativas para mejorar la digestibilidad. Solo con añadir orégano, laurel, anís estrellado o comino en la preparación de guisos, estofados o postres ya mejoramos la digestión, según revela el doctor Merlo.
También son útiles las infusiones digestivas después de las comidas. Prepara una infusión mezclando comino, anís verde o estrellado, alcaravea y cilantro y tómala después de haber comido y cenado.
Ya lo decían nuestras abuelas...
Evita seguir una dieta basada en productos fríos (cenas defruta, cenas de ensaladas...). Una forma de facilitar la digestión es añadir una sopa antes de la comida o acabar la comida con una infusión. Este detalle hace que la digestión sea más fácil que si solo se consumen alimentos fríos. Esto no quiere decir que siempre tengas que comer caliente, pero sí que se deberían combinar las comidas frías con otras que contengan alimentos cocinados.
Comer despacio, masticando muy bien la comida es tan obvio como efectivo. Cuando se come despacio y se mastica bien el proceso digestivo se inicia en la boca, mezclando las primeras enzimas digestivas con la comida. Las porciones de alimentos que lleguen sin digerir en el colon serán fermentadas por las bacterias intestinales, produciendo directamente gas. El experto aconseja también revisar las piezas dentales para garantizar que se pueda hacer una masticación efectiva y completa.
Un ambiente relajado, sin tensión ni prisa a la hora de comer es más importante de lo que parece pues, tal como asegura el experto de la clínica ServiDigest, la ansiedad dificulta que la digestión se haga correctamente, aunque se estén consumiendo alimentos de fácil digestión.
Fraccionar la dieta o el consumo de alimentos en cuatro o cinco ingestas al día evitará que llegues a las horas de las comidas con demasiado apetito.
Evita el sedentarismo. Cualquier tipo de actividad física mejorará la movilización del gas a nivel digestivo y aliviará el posible dolor que ocasiona que el gas quede retenido en el intestino. Un simple paseo de treinta minutos a ritmo vigoroso al día puede ser suficiente para que cumpla esta finalidad.
No lleves prendas ajustadas en la zona digestiva. Las fajas, los pantalones apretados y cualquier prenda que impida el flujo del aire por el intestino va a ocasionar una mayor retención de gas y consecuentemente más distensión abdominal.
No obstante, el experto aconseja que, antes de aplicar estos consejos es importante que consultes al gastroenterólogo para descartar que el problema de gases tenga que ver con alguna patología y/o intolerancia alimentaria (por ejemplo a la lactosa, fructosa, gluten), a un sobrecrecimiento bacteriano o a otro problema de salud.
Fuente MujerHoy - Raquel Alcolea
No hay comentarios:
Publicar un comentario