viernes, 12 de octubre de 2018

Qué es flora intestinal y cómo protegerla.

Consumir fibra, alimentos probióticos y hacer ejercicio con regularidad protegen contra la inflamación del vientre, el estreñimiento y las digestiones pesadas.

La flora intestinal o microbiota es el conjunto de bacterias que viven en nuestro tracto digestivo, las cuales tienen una función vital para el ser humano. Gracias a estas bacterias podemos digerir y asimilar los alimentos que comemos.

La influencia de estas bacterias en la salud es un tema importante en el ámbito de la investigación molecular y biomédica. Muchas enfermedades, desordenes o trastornos como la diabetes, el sobrepeso, las alergias, el cáncer de colon, el síndrome del intestino irritable o la depresión están relacionados con los desequilibrios en nuestra microbiota.

Factores como la nutrición, el estrés, el tabaco y la inactividad física son determinantes a la hora de tener un sistema digestivo saludable. Por eso, estos consejos te ayudarán:

  1. Consume alimentos con acción prebiótica, es decir alimentos que aporten fibra. La fibra sirve de alimento para las bacterias intestinales y las personas que consumen mucha fibra tienen un menor riesgo de padecer enfermedades relacionadas con la dieta. El estudio "Investigación prospectiva europea sobre el cáncer y la nutrición" demostró que el alto consumo de fibra reduce el riesgo de cáncer de colon. La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) recomienda ingerir de 25 a 30 gramos de fibra dietética como la cantidad deseable al día. Para llegar a ese objetivo, se recomienda seguir una dieta rica en verduras, frutas, cereales integrales, legumbres y frutos secos, como las nueces. Este tipo de dieta aporta mayor sensación de saciedad, mejora la digestión y ejerce una influencia positiva en los niveles de colesterol y de glucosa en sangre.
  2. Consumir alimentos con efectos positivos en tu microbioma, como las nueces. Son varios los estudios que han revelado el efecto beneficioso de las nueces para el intestino. Recientemente, científicos de la Universidad de Múnich revelaron los efectos positivos de consumir 43 gramos de nueces al día en la composición y variedad de la flora intestinal. Las nueces modifican el microbioma intestinal aumentando la cantidad de bacterias digestivas que conducen a una flora intestinal saludable.
  3. El consumo de nueces aumenta la cantidad de bacterias probióticas buenas en el intestino y las que producen butirato, según un estudio publicado en el Journal of Nutrition. Este metabolito es un tipo de ácido beneficioso para las vellosidades intestinales y para las células del colon; también ayuda a la absorción de nutrientes, es decir a tener una mayor digestibilidad, a aumentar el sistema inmunitario local y a la prevención del cáncer de colon.
  4. Bebe de 1,5 a 2 litros de agua diarios. La hidratación es vital, el cuerpo humano necesita una gran cantidad de agua para poder digerir la fibra. Como regla general, se deben tomar de 1,5 a 2 litros de agua por día, aunque depende de diversos factores como el calor y/o la actividad física. El miedo de consumir agua en exceso resultaría infundado, ya que, si esto ocurriera, nuestros riñones se encargarían de eliminar este excedente de agua.
  5. Ingiere probióticos, a través de alimentos fermentados. Las bacterias del ácido láctico como los lactobacilos y las bifidobacterias tendrían un efecto positivo sobre la flora intestinal, ya que aumentarían el número de estas bacterias. Los ácidos lácticos los encontraríamos en alimentos fermentados como los productos lácteos (el yogur natural, el kéfir…), el chucrut o el té kombucha.
  6. Muévete y realiza ejercicio físico de forma habitual. Una caminata después de la comida puede ser beneficiosa para la salud. Además, una actividad física diaria moderada, de 30 a 60 minutos –principalmente deportes aeróbicos como caminar, nadar, correr o ir en bicicleta ayudaría a estimular la actividad intestinal. Estos son los resultados de un estudio irlandés que mostró que los atletas tenían una flora intestinal más diversa.
  7.  
Dos cerebros para la buena salud

El cerebro es el ‘órgano rey’ del cuerpo humano y es bien conocida su conexión con el sistema digestivo, el equilibrio hormonal y la salud en general.
Pero, ¿qué papel juega realmente el intestino en el organismo?
Pues tiene un papel protagonista y más de lo que se piensa. Desde hace aproxi-madamente cuatro décadas, los científicos se han dedicado a estudiar la conexión que existe entre el cerebro y el intestino y han llegado a describir este último como el segundo cerebro. Han conseguido determinar cómo el estómago, a su vez, interviene en otros procesos como los inmunológicos, esenciales para una buena salud y cómo procesos como el estrés o la ansiedad influyen de forma negativa.

¿Sabías que existe una rama científica llamada Psiconeuroinmunoendocrinología? Esta rama estudia precisamente la conexión entre el sistema nervioso y el sistema inmunológico y cómo se interrelacionan con el sistema endocrino. También ayuda a entender el cuerpo humano desde un punto de vista global, algo que puede ser beneficioso para encontrar solución a ciertas patologías y que aporta una explicación al porqué de éstas.
Dismenorreas, colon irritable, migrañas, hipotiroidismo o depresión son algunas de las enfermedades que pueden encontrar respuesta con este modelo de medicina. Y, ¿dónde está la solución? En el sistema digestivo y la microbiota intestinal, lo que se conoce comúnmente como flora intestinal , y que está formada por millones de microorganismos que pueblan el intestino. Estas bacterias son vitales en ciertos procesos digestivos, protegen al cuerpo humano de la proliferación de otras bacterias no beneficiosas y participan en la síntesis de algunas vitaminas como la vitamina B y la K. 

Si la microbiota no está sana, el sistema inmunológico no está fuerte, y necesita consumir más energía en detrimento de otros procesos que bloquean elementos como ciertas hormonas, necesarias para una correcta salud mental. En esta línea se centra Xevi Verdaguer, especialista en la Psiconeuroinmunoendocrinología (PNIE) y divulgador científico, que el pasado año publicó su libro Transforma tu salud y en el que da ciertas claves para disfrutar de una correcta salud, identificando los desequilibrios que afectan negativamente. En su libro indica que “la psiconeuroinmunoendocrinología (PNIE) no es una terapia alternativa, es un modelo de medicina multidisciplinaria” y “que se complementa con la medicina convencional”. También insiste en que cada individuo puede mejorar su salud equilibrando la carga de hormonas masculinas o femeninas que genéticamente tiene a través de la alimentación. 
 
Verdaguer es, además, un gran estudioso de la relación entre el cerebro, el intestino y las hormonas sexuales. Ha comprobado cómo están relacionadas y cómo influyen los unos en los otros, explicando en el libro el “eje intestino-cerebro” como una relación bidireccional.


Fuente MujerHoy - Raquel Alcolea, Carmen Lancho

No hay comentarios:

Publicar un comentario