En España lo teníamos más que claro: dormir la
siesta es bueno para la salud, un reciente
estudio nos da la razón.
En el fondo sabíamos que lo estábamos haciendo bien y el tiempo (o más
bien los investigadores griegos) nos han dado la razón con un estudio que afirma que la siesta es buena para la salud y reduce el riesgo cardiovascular.
A pesar de que también se practica en algunas regiones del sur de
Europa e Hispanoamérica, la siesta lleva nuestro sello a lo largo y
ancho del mundo, siendo uno de los conceptos que más se vincula con
nuestro país.
A razón de una nueva investigación presentada durante la 68ª Sesión Científica Anual del Colegio Americano de Cardiología,
hemos conocido que las personas que duermen la siesta habitualmente a
mediodía tendrían más probabilidades de conseguir una notable
disminución de la presión arterial con respecto a quien no lo hace.
Manolis Kallistratos, cardiólogo del Asklepieion General Hospital de
Voula (Grecia) y coautor de este estudio, aseguraba: “El sueño del
mediodía parece disminuir los niveles de presión arterial en la
misma magnitud que otros cambios en el estilo de vida, como la reducción
de la sal y el alcohol, que pueden reducir los niveles de presión
arterial entre 3 y 5 mm Hg”.
“Estos hallazgos son importantes porque una caída en la presión arterial de tan solo 2 mm Hg puede reducir el riesgo de episodios cardiovasculares como un ataque al corazón hasta en un 10 por ciento.
Según nuestros hallazgos, si alguien tiene la posibilidad de dormir una
siesta durante el día, también puede tener beneficios para la presión
arterial alta. La siesta se puede adoptar fácilmente y por lo general no
cuesta nada”, explicaba Kallistratos quien, junto a otros
profesionales, llegó a estas conclusiones tras analizar los datos
obtenidos en 212 personas.
Siete beneficios más a tener en cuenta
Además
de reducir la tensión arterial y prevenir cardiopatías, la siesta puede
presumir de tener todavía más bondades. Según publica la Fundación
Española del Corazón, la ciencia ha demostrado queproporciona beneficios físicos y mentales como son:
-Facilita el aprendizaje. La Universidad de Berkeley (California) hacía público un estudio en el que se aseguraba que quienes duermen la siesta rinden más durante la tarde y aumenta en un 10% su capacidad de adquirir nuevos conocimientos.
-Aumenta la concentración. Tal y como asegura la FEC “existen numerosos estudios que demuestran que la siesta (incluso de seis minutos) contribuye a mejorar cualquier tarea que suponga recordar listas de palabras o de objetos”.
-Estimula la creatividad. Neurólogos de la Universidad de Georgetown (Washington D.C.) han comprobado que la siesta estimula la actividad del hemisferio derecho de nuestro cerebro, asociado con la creatividad.
-Favorece la resolución de problemas. Robert Stickgold, profesor de Psiquiatría de la Harvard Medical School (Boston), descubrió que cuando los individuos alcanzan la fase REM del sueño, tienen mayor facilidad e invierten menos tiempo a la hora de interconectar ideas.
-Fomenta la positividad. Hablando de la fase REM, otro estudio de Berkeley ratifica que los sujetos que pasan por esta fase de gran actividad cerebral en la que soñamos, aumentan su receptividad ante una expresión facial de felicidad. En caso contrario, se traduce en más ira y más miedo.
-Mejora los reflejos. “Un estudio de la NASA a 747 pilotos demostró que aquellos que dormían una siesta diaria de 26 minutos cometían un 34% menos errores en el trabajo y duplicaban sus niveles de alerta” revela la Fundación Española del Corazón.
-Mejora el estado de ánimo. El hecho de dormir plácidamente inunda nuestro cerebro de serotonina (comúnmente conocida como la hormona de la felicidad), lo que nos proporciona una agradable sensación de bienestar.
8 datos curiosos que no sabías sobre la siesta
Uno
de los mayores placeres de la vida es echarse una siesta.
1. Tiene un origen latino
Aunque, comúnmente, se haya adjudicado la paternidad de la siesta a los españoles, cabe decir que esta es una costumbre ancestral. De hecho, el origen del concepto “siesta” viene del latín, y se refiere a la “horam sexta” que era cuando los romanos hacían su cabezadita. Cabe apuntar que, en la antigua Roma, los días tenían únicamente 12 horas por lo que se deduce que su siesta (horam sexta) coincidía con nuestro mediodía.
2. Una norma celestial
La siesta aparece como una norma en el breviario de “La Regla de San Benito”, un conjunto de mandatos y reglas monásticas que San Benito escribió, a principios del siglo VI. En uno de los acapices, el santo invita a los monjes a guardar silencio a partir de la hora sexta. Sin ser demasiado maliciosos es fácil deducir que muchos de los monjes Benedictinos cayeron en un profundo sueño durante esa hora de silencio.
3. Hay dos tipos de siesta
Además de la popular siesta que se hace después de comer, hay otra siesta que no todo el mundo conoce: la siesta del carnero. Aunque es menos popular y poca gente la práctica tiene su propia entrada en la RAE y su origen es de lo más bucólico. Como su propio nombre indica, esta siesta es la que hacen los pastores antes de la hora de la comida, mientras su ganado está pastando y ellos descansan a la sombra de un árbol.
4. En España, no es tan popular
Más de la mitad de los españoles –en concreto, el 58,6%- asegura que nunca hace una siesta, según aseguran desde El País. El 16,2% admite hacer siesta cada día; el 22% sólo hace siestas esporádicas; y el 3,2% restante sólo echa una cabezadita el fin de semana. ¿Sorprendido?
5. El país donde más se sestea es…
Si el punto anterior te ha dejado un poco confundido, aún te sorprenderá más saber que, el país europeo donde más se sestea es Alemania (22%) seguida por Italia (16%) y Reino Unido (15%) según explican desde Te Interesa. Estos datos nos invitan a eliminar, de una vez por todas, el tópico sobre los españoles y las siestas.
6. La siesta perfecta debe durar 26 minutos
26 minutos. Ese es el tiempo máximo recomendado para lograr un sueño reparador y efectivo. Si se sobrepasan los 30 minutos, se entra en la fase de sueño profundo por lo que despertarse y reactivar el cuerpo resulta más complicado de lo normal.
7. Es buena para la salud
Las personas que duermen la siesta ocasionalmente consiguen reducir, en un 12%, las enfermedades cardiovasculares. En el caso de las personas que duermen la siesta regularmente, el descenso es del 37%. No sólo eso, sino que la siesta también ayuda a mejorar la concentración, a aumentar los niveles de productividad y nos hace más eficientes de cara a retomar la jornada laboral con energías.
8. La mayoría duerme en el sofá
Según apuntan desde el diario El Mundo, el 72% de los españoles realiza la siesta sentado en el sofá o en el sillón, mientras que el 27% restante, se va a la cama para descansar después de comer. Lo de ponerse el pijama para dormir es un mito sólo apto para los más valientes.
1. Tiene un origen latino
Aunque, comúnmente, se haya adjudicado la paternidad de la siesta a los españoles, cabe decir que esta es una costumbre ancestral. De hecho, el origen del concepto “siesta” viene del latín, y se refiere a la “horam sexta” que era cuando los romanos hacían su cabezadita. Cabe apuntar que, en la antigua Roma, los días tenían únicamente 12 horas por lo que se deduce que su siesta (horam sexta) coincidía con nuestro mediodía.
2. Una norma celestial
La siesta aparece como una norma en el breviario de “La Regla de San Benito”, un conjunto de mandatos y reglas monásticas que San Benito escribió, a principios del siglo VI. En uno de los acapices, el santo invita a los monjes a guardar silencio a partir de la hora sexta. Sin ser demasiado maliciosos es fácil deducir que muchos de los monjes Benedictinos cayeron en un profundo sueño durante esa hora de silencio.
3. Hay dos tipos de siesta
Además de la popular siesta que se hace después de comer, hay otra siesta que no todo el mundo conoce: la siesta del carnero. Aunque es menos popular y poca gente la práctica tiene su propia entrada en la RAE y su origen es de lo más bucólico. Como su propio nombre indica, esta siesta es la que hacen los pastores antes de la hora de la comida, mientras su ganado está pastando y ellos descansan a la sombra de un árbol.
4. En España, no es tan popular
Más de la mitad de los españoles –en concreto, el 58,6%- asegura que nunca hace una siesta, según aseguran desde El País. El 16,2% admite hacer siesta cada día; el 22% sólo hace siestas esporádicas; y el 3,2% restante sólo echa una cabezadita el fin de semana. ¿Sorprendido?
5. El país donde más se sestea es…
Si el punto anterior te ha dejado un poco confundido, aún te sorprenderá más saber que, el país europeo donde más se sestea es Alemania (22%) seguida por Italia (16%) y Reino Unido (15%) según explican desde Te Interesa. Estos datos nos invitan a eliminar, de una vez por todas, el tópico sobre los españoles y las siestas.
6. La siesta perfecta debe durar 26 minutos
26 minutos. Ese es el tiempo máximo recomendado para lograr un sueño reparador y efectivo. Si se sobrepasan los 30 minutos, se entra en la fase de sueño profundo por lo que despertarse y reactivar el cuerpo resulta más complicado de lo normal.
7. Es buena para la salud
Las personas que duermen la siesta ocasionalmente consiguen reducir, en un 12%, las enfermedades cardiovasculares. En el caso de las personas que duermen la siesta regularmente, el descenso es del 37%. No sólo eso, sino que la siesta también ayuda a mejorar la concentración, a aumentar los niveles de productividad y nos hace más eficientes de cara a retomar la jornada laboral con energías.
8. La mayoría duerme en el sofá
Según apuntan desde el diario El Mundo, el 72% de los españoles realiza la siesta sentado en el sofá o en el sillón, mientras que el 27% restante, se va a la cama para descansar después de comer. Lo de ponerse el pijama para dormir es un mito sólo apto para los más valientes.
Fuente Ángela F. del Río - MujerHoy, Velfont.
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