El ser humano ha caminado descalzo durante millones de años
teniendo contacto en todo momento con la tierra. Hoy en día los
zapatos, el asfalto y las edificaciones urbanas impiden esa conexión.
Te contamos los beneficios de recuperar ese vínculo con la tierra y
cómo puedes lograrlo.
Vamos corriendo con zapatillas deportivas o paseando con nuestros zapatos favoritos, poniendo una barrera entre nuestro cuerpo y la tierra, a esto hay que sumar una capa de suelo que impide que nos pongamos en contacto físico con la tierra. Una dieta saludable, un buen descanso y practicar ejercicio son elementos fundamentales para mantener una buena salud, pero otro factor a tener en cuenta para mantener una vida plena y más sana es la reconexión con la tierra. Te contamos lo que es el earthing (también llamado grounding) o los beneficios de volver a reconectar con la madre tierra.
Qué es el earthing
El earthing o grounding es la tendencia a recuperar el saludable hábito ancestral de conectarse con la tierra y que hoy en día casi se ha perdido por el estilo de vida que impera en las ciudades. Caminar por el bosque, pasear descalza por el jardín o por la arena de la playa, es un gesto que llena de energía el cuerpo y carga las pilas mejorando la salud en general.
Marcos Vázquez de Fitness Revolucionario explica en su libro Salud salvaje que “evolucionamos en un entorno salvaje, y nuestros genes se benefician de reconectar con su hábitat natural. Los entornos urbanos tienen sin duda muchos beneficios, pero debemos entender que su diseño afecta nuestra salud. Sufrimos lo que algunos llaman desorden por déficit de naturaleza, y esta carencia solo se cura con vitamina N, N de naturaleza. Necesitamos más árboles y menos asfalto, más césped y menos centros comerciales, más plantas y menos pantallas.”
Qué son los baños de bosque
En el programa shinrin-yoku o baño de bosque que lanzó en los años 80 la agencia forestal de Japón, se demostró que caminar cuarenta minutos por el bosque reducía los niveles de estrés y aumentaba la activación de ondas alfa en mayor proporción que un paseo de tiempo similar por la urbe. La explicación de que la naturaleza potenciara los beneficios saludables de la actividad física se centraron en la amígdala, la glándula que nos pone en alerta ante un peligro. Al no percibir esta ninguna amenaza en un entorno natural tiende a relajarse y en un contexto urbano se mantiene en un estado de tensión que aumenta el riesgo de ansiedad, estrés y depresión.
Darse un baño de bosque o tener contacto con la naturaleza de manera habitual contribuye a mantener la relajación y a alejar el estrés al que estamos sometidos en la ciudad. En su libro Salud salvaje Vázquez afirma que “varios estudios demuestran que sonidos naturales, de pájaros o riachuelos, producen
cambios cerebrales indicativos de un estado de relajación, mientras que ruidos modernos, como coches o aviones, producen el efecto opuesto, incluso a igualdad de decibelios.” Además la química entra en juego para mejorar la salud porque según explica “los árboles y plantas liberan unas sustancias volátiles, denominadas fitoncidas, que absorbemos a través del sistema olfativo. Cuando llegan al cerebro producen una reducción inmediata de hormonas del estrés, elevando también la concentración en sangre de células NK (del inglés natural killer), un tipo de glóbulo blanco que previene infecciones y ataca células cancerígenas.”
Beneficios del earthing
Volver a conectar con la tierra tiene muchos beneficios como mejorar el estado de ánimo, mejorar los niveles de fluidez de la sangre y la circulación. También se ha demostrado que refuerza el sistema inmunológico, reduce la inflamación y ayuda a regular la presión arterial, además de generar un efecto positivo en la actividad cerebral y mejorar la calidad del sueño reduciendo los niveles de cortisol y por lo tanto el estrés y la ansiedad.
Cómo reconectar con la tierra
Para reconectar con la tierra intenta caminar descalza siempre que puedas, en el jardín, el parque, la playa o el bosque. Si tus pies están en contacto con la tierra ya vas a poder beneficiarte de todo el poder del earthing, cuanta más superficie de piel tengas tocando el suelo mejor, incluso sumergirte en el mar o en las aguas de un río va a provocar ese efecto beneficioso para la salud haciendo una recarga de electrones que además tiene un efecto relajante.
Si no tienes opción de tener un contacto habitual con la naturaleza puedes buscar alternativas para absorber electrones como lo haría tu cuerpo al entrar en contacto con la tierra, neutralizando así los radicales libres y mejorando tu salud. Estas opciones no sustituyen al contacto real con la naturaleza pero son una buena opción si no cuentas con la posibilidad de tener esa conexión con frecuencia. Existen tejidos que simulan la superficie terrestre, sábanas o alfombrillas con una tecnología que permite aprovechar los beneficios de la conexión con la tierra de una manera artificial.
Lo ideal sería poder darse baños de bosque al estilo nipón con frecuencia pero la vida moderna no deja mucho espacio a esta conexión. Disfruta siempre que puedas de un paseo por el campo, de caminar descalza por el parque o por la arena de la playa, báñate en el mar o mete los pies en un riachuelo, te llenarás de energía, le dirás adiós al estrés y tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán. Es hora de que vuelvas a poner los pies en el suelo.
Vamos corriendo con zapatillas deportivas o paseando con nuestros zapatos favoritos, poniendo una barrera entre nuestro cuerpo y la tierra, a esto hay que sumar una capa de suelo que impide que nos pongamos en contacto físico con la tierra. Una dieta saludable, un buen descanso y practicar ejercicio son elementos fundamentales para mantener una buena salud, pero otro factor a tener en cuenta para mantener una vida plena y más sana es la reconexión con la tierra. Te contamos lo que es el earthing (también llamado grounding) o los beneficios de volver a reconectar con la madre tierra.
El earthing o grounding es la tendencia a recuperar el saludable hábito ancestral de conectarse con la tierra y que hoy en día casi se ha perdido por el estilo de vida que impera en las ciudades. Caminar por el bosque, pasear descalza por el jardín o por la arena de la playa, es un gesto que llena de energía el cuerpo y carga las pilas mejorando la salud en general.
Marcos Vázquez de Fitness Revolucionario explica en su libro Salud salvaje que “evolucionamos en un entorno salvaje, y nuestros genes se benefician de reconectar con su hábitat natural. Los entornos urbanos tienen sin duda muchos beneficios, pero debemos entender que su diseño afecta nuestra salud. Sufrimos lo que algunos llaman desorden por déficit de naturaleza, y esta carencia solo se cura con vitamina N, N de naturaleza. Necesitamos más árboles y menos asfalto, más césped y menos centros comerciales, más plantas y menos pantallas.”
Qué son los baños de bosque
En el programa shinrin-yoku o baño de bosque que lanzó en los años 80 la agencia forestal de Japón, se demostró que caminar cuarenta minutos por el bosque reducía los niveles de estrés y aumentaba la activación de ondas alfa en mayor proporción que un paseo de tiempo similar por la urbe. La explicación de que la naturaleza potenciara los beneficios saludables de la actividad física se centraron en la amígdala, la glándula que nos pone en alerta ante un peligro. Al no percibir esta ninguna amenaza en un entorno natural tiende a relajarse y en un contexto urbano se mantiene en un estado de tensión que aumenta el riesgo de ansiedad, estrés y depresión.
Darse un baño de bosque o tener contacto con la naturaleza de manera habitual contribuye a mantener la relajación y a alejar el estrés al que estamos sometidos en la ciudad. En su libro Salud salvaje Vázquez afirma que “varios estudios demuestran que sonidos naturales, de pájaros o riachuelos, producen
cambios cerebrales indicativos de un estado de relajación, mientras que ruidos modernos, como coches o aviones, producen el efecto opuesto, incluso a igualdad de decibelios.” Además la química entra en juego para mejorar la salud porque según explica “los árboles y plantas liberan unas sustancias volátiles, denominadas fitoncidas, que absorbemos a través del sistema olfativo. Cuando llegan al cerebro producen una reducción inmediata de hormonas del estrés, elevando también la concentración en sangre de células NK (del inglés natural killer), un tipo de glóbulo blanco que previene infecciones y ataca células cancerígenas.”
Beneficios del earthing
Volver a conectar con la tierra tiene muchos beneficios como mejorar el estado de ánimo, mejorar los niveles de fluidez de la sangre y la circulación. También se ha demostrado que refuerza el sistema inmunológico, reduce la inflamación y ayuda a regular la presión arterial, además de generar un efecto positivo en la actividad cerebral y mejorar la calidad del sueño reduciendo los niveles de cortisol y por lo tanto el estrés y la ansiedad.
Cómo reconectar con la tierra
Para reconectar con la tierra intenta caminar descalza siempre que puedas, en el jardín, el parque, la playa o el bosque. Si tus pies están en contacto con la tierra ya vas a poder beneficiarte de todo el poder del earthing, cuanta más superficie de piel tengas tocando el suelo mejor, incluso sumergirte en el mar o en las aguas de un río va a provocar ese efecto beneficioso para la salud haciendo una recarga de electrones que además tiene un efecto relajante.
Si no tienes opción de tener un contacto habitual con la naturaleza puedes buscar alternativas para absorber electrones como lo haría tu cuerpo al entrar en contacto con la tierra, neutralizando así los radicales libres y mejorando tu salud. Estas opciones no sustituyen al contacto real con la naturaleza pero son una buena opción si no cuentas con la posibilidad de tener esa conexión con frecuencia. Existen tejidos que simulan la superficie terrestre, sábanas o alfombrillas con una tecnología que permite aprovechar los beneficios de la conexión con la tierra de una manera artificial.
Lo ideal sería poder darse baños de bosque al estilo nipón con frecuencia pero la vida moderna no deja mucho espacio a esta conexión. Disfruta siempre que puedas de un paseo por el campo, de caminar descalza por el parque o por la arena de la playa, báñate en el mar o mete los pies en un riachuelo, te llenarás de energía, le dirás adiós al estrés y tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán. Es hora de que vuelvas a poner los pies en el suelo.
Fuente MujerHoy - Tamara Izquierdo
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