viernes, 21 de julio de 2017

La felicidad está hecha de pequeñas cosas. Decálogo para disfrutar del momento.

Es el fenómeno del momento y la receta de los vecinos más felices del mundo para alcanzar el bienestar pleno. Se llama Hygge (aunque se pronunica "juga") y consiste en una particular forma de entender y de disfrutar de la vida basada en los planes sencillos, confortables y relajados en soledad o buena compañía.
 Aunque en Dinamarca se practica desde hace más de dos siglos, un nuevo lanzamiento literario vuelve a ponerlo ahora de moda en el resto de Europa.


Es un frío domingo cualquier de mediados de enero. El cielo está plomizo y la lluvia empaña las ventanas de tu casa iluminada con velas pero tú, desde el sofá, no puedes más que preocuparte por saber cómo acabará la intrigante película que lleváis toda la tarde viendo. Mientras apuras el último sorbo de tu taza de chocolate caliente y te quitas los gruesos calcetines de lana que llevabas puestos piensas que no hay nada más cercano a la felicidad. No eres consciente de ello, pero ese momentazo que estás viviendo es un Hygge en toda regla.

Éstas y otras cosas muy bonitas, muy "cozys" y muy "instagrameables" son las que nos viene a contar Meik Wiking, director del Instituto para la Búsqueda de la Felicidad de Copenhague, en Hygge, la felicidad de las pequeñas cosas que se ha convertido en best seller en los 14 países donde se ha publicado. El libro es una delicia para los ojos y 100% inspirador, pero no deja de resultar un tanto curioso que hayan tenido que venir nuestros amigos del norte a ponerle nombre al plan de peli, mantita y sofá de toda la vida. Al "mejor quédate en casa" de tu madre. Al "yo ya no salgo" de los que rozamos la treintena.

Dinamarca encabeza desde 2012 el ránking de World Happiness Report Update, aunque de eso se han encargado sin duda sus políticas sociales: medidas de conciliación en las empresas, semana laboral de 35 horas, los sueldos más altos de Europa... Pero parece ser que también influye una muy buena adecuación a sus circunstancias geolocales. En uno de los lugares con peor climatología del mundo, los daneses han aprendido a convertir sus hogares en templos del bienestar. "No somos una utopía perfecta, el país se enfrenta a retos y problemas como cualquier otro, pero creo que puede ser una fuente de inspiración sobre cómo los países pueden aumentar la calidad de vida de sus ciudadanos". Apunta Meik Wiking. "Los daneses son los más felices de Europa, pero también son los que se reúnen más a menudo con sus amigos y familias y se sienten más tranquilos y en paz. Por lo tanto, hay buenos motivos para observar un interés creciente en el Hygge".


Dossier_Hygge.pdf


Consejos Hygge
La mayoría de los consejos Hygge que se exponen en el libro se centran en el hogar, núcleo de la vida social danesa, aunque el Hygge también puede practicarse al aire libre o incluso en el trabajo. Tampoco se limita sólo al época invernal, puede regir tu vida todos los días del año. Las ideas se centran sobre todo en la
iluminación y la pasión nórdica por las velas, las chimeneas, las cosas hechas de madera, las mantas, cojines y jerseys gordos y en tener un hyggekrog (un rinconcito donde acurrucarse con un libro y una porción de tarta). En disfrutar del aquí y ahora apagando el móvil mientras cenamos con nuestra familia y en regocijarse en la sensación de armonía y refugio de nuestro grupo.

Para las noches que estás bajo de energía, no tienes planes o no te apetece salir, el libro nos propone un pequeño kit de emergencia para alcanzar el hygge por la vía rápida:
  • Ambiente. Apaga las luces, enciende velas. A falta de chimenea, nos ha quedado más que claro que sin velas no hay Hygge. Crea un ambiente propicio al descanso, un rincón confortable para leer, ver tu serie favorita,...
  • Presencia. Disfruta del aquí y ahora. Apaga el móvil. Pon tu atención en lo que estás haciendo en este momento, sin pensar en después o en lo que has hecho.
  • Placer. Concédete un gusto: chocolate, té, unas galletas y de mermelada que hayas hecho tú misma, ya que la elaboración propia de lo que vayas a ingerir añade unos cuantos puntos más de hyggelig al asunto. El concepto de slow food y de disfrutar del proceso de preparación de los alimentos es fundamental.
  • Igualdad. "Nosotros" por encima del "yo". Comparte las tareas con los demás y así todos podremos disfrutar del ocio juntos.
  • Gratitud. Éste podría ser el mejor momneto de tu vida, disfrútalo agradeciéndolo.
  • Armonía. No se trata de hacer una competición. Te queremos tal como eres.
  • Comodidad. Ponte a gusto y relájate: ropa de estar por casa, mantita ...Un buen estilismo cozy. En el que no puedes llevar nada demasiado ajustado o incómodo. Los daneses apuestan por el jersey de batalla, los calcetines de lana (muy gordos) y el pelo informal que, en resumen, consiste en hacerse un moño sin importar como quede.
  • Tregua. Nada de agobios, ya hablaremos de política (y de problemas) otro día o en otro momento.
  • Unión. Construye relaciones e historias. "¿Recuerdas aquella vez que...?. Crea vínculos sólidos con la familia y los amigos.
  • Refugio. Ésta es tu tribu, tu remanso de paz y seguridad, tu hogar, las personas que quieres, tus cosas...
El escritor estadounidense Robert Brault dice: "Disfruta de las pequeñas cosas, porque tal vez un día vuelvas la vista atrás, y te des cuenta de que eran cosas grandes."


Fuente Katherine Pancol - escritora, Sandra Cañedo

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