Además de aprovechar más el tiempo, serás más productiva. ¡Atrévete a madrugar!
Todos hemos escuchado en algún momento de nuestras vidas el refrán “A quién madruga, Dios le ayuda”. Aunque no lo tomemos en serio, existe algo de verdad en la afirmación: la gente que despierta más temprano observa algunos beneficios en sus vidas.
Según MBA & Educación Ejecutiva, levantarse más temprano aumenta la productividad y ayuda a crear una rutina más saludable.
Además los que madrugan alegremente,
esos seres superiores tienen muy buena prensa. De ellos se dice que son
más trabajadores, organizados y proactivos que los noctámbulos.
Sin embargo, el secreto de estas personas no está simplemente en la hora que ponen el despertador sino en el ánimo que tienen cuando se levantan y cómo ponen su mente en modo Positivo y en acción desde primera hora. Para ello hay que desarrollar buenos hábitos diurnos y nocturnos.
Sin embargo, el secreto de estas personas no está simplemente en la hora que ponen el despertador sino en el ánimo que tienen cuando se levantan y cómo ponen su mente en modo Positivo y en acción desde primera hora. Para ello hay que desarrollar buenos hábitos diurnos y nocturnos.
- Hazte un plan la noche anterior. Para tener una rutina productiva por las mañanas hay que tener muy claras las prioridades y no ponerse a pensar en ese momento que es lo que hay que hacer. Por eso conviene levantarse con un plan a seguir haz una lista de cosas corta y fácil de cumplir. Podemos decidir si cumplimos primero las tareas más complicadas o las más sencillas. Al final del día, podremos revisar lo que se hizo y lo que no. Por ejemplo, la ropa que te vas a poner o tener pensado lo que vas a hacerte de desayuno tener tiempo para ello hace este hábito más saludable. Según un estudio de la Universidad de Northwestern, las personas con hábitos nocturnos tienen una alimentación peor que los que madrugan.. Así como una lista de las cosas que debes hacer sin demora durante la jornada.
- Despiértate pronto. Este punto no es negociable. En una entrevista con 20 ejecutivos de grandes empresas globales, todos dijeron despertarse incluso antes de las seis de la mañana. ¿Y que hacían en ese tiempo? Pues un poco de deporte o ejercicio para empezar el día con mucha energía. Para ellos su jornada productiva empieza a la hora que ponen el despertador cada mañana.
- Quítate a primera hora el trabajo más importante. Las primeras horas del día son las mejores para concentrarse en el trabajo sin ser interrumpido. Dedicar las horas de la mañana a un proyecto es garantía de calidad y creatividad, le estarás dando tus horas más frescas. Así trabajaban Beethoven y Victor Hugo.
- Disfruta del silencio. Es un bien escaso, imprescindible para concen-trarse. Las mañanas implican menos distracciones y más silencio, lo cual podría traducirse en una mayor concentración. Trata de conservar unos minutos al día para la contemplación silenciosa.
- Una corta pausa que te permita preparar tu mente para enfrentar el resto del día.
- Aumenta la creatividad. La mente está más descansada para crear si se duermen las horas necesarias. Si madrugamos, también nos acostaremos antes. Además, por la mañana, las personas creativas se explotan mejor y podrán establecer un patrón para el resto de su día.
- Mejoras las horas de sueño. Puede que tarde algunas semanas, pero despertar más temprano mejorará el sueño. No se trata de disminuir drásticamente las horas de sueño, sino de saber organizar el horario. Los días no serán más largos al madrugar, sino que serás más productivos.
- Los desplazamietos se hacen más rápidos. El tiempo que se tarda en los desplazamientos puede disminuir drásticamente creando el hábito de salir más temprano. Con esto, pueden evitarse las aglomera-ciones, los atascos y los transportes públicos llenos de gente.No se trata de llegar más pronto al trabajo, ese tiempo se puede ocupar para tomar un café antes de entrar, o con alguna otra actividad.
- Ganar tiempo para uno mismo. Más allá de la satisfacción, realizar las tareas planificadas durante la mañana también facilita que las tardes y noches estén libres de culpas, pesos de conciencia o, incluso, de actividades, por lo que podremos hacer lo que queramos el resto del tiempo.
- Adquirir nuevas perpectivas. Por la mañana, el ambiente hace que veamos las cosas desde un punto de vista al de la noche. Es algo complicado de explicar y completamente distinto para cada persona, pero cosas como ver amanecer pueden hacer que tengamos una perspectiva distinta.
- Los triunfadores madrugan. Hay una característica que comparten casi todas las personas que tienen éxito en la vida: iniciar el día con mucha energía y bien temprano. Según un estudio de la Universidad de Texas, los universidades que afirmaban madrugar, tenían un promedio mucho más alto que los alumnos con hábitos de vida nocturnos.
Fuente Mujer Hoy - Silvia Torres, Yvonne Rodríguez -
Bolsamania
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