viernes, 15 de diciembre de 2017

Sabor sin sal ¿es posible?

Comer sin sal se asocia, muchas veces, a comda sosa y sin sabor. ¿Es realmente así?
Analizamos el consumo de este condimento y sus posibles alternativas.



Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), los españoles consumimos, de media, 9,7 gramos de sal al día, casi el doble de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ésta, establece el consumo diario de sal en 5 gramos, lo que equivale a una cucharadita de café o a 2 gramos de sodio al día.
Lo cierto es que, por costumbre, casi nadie controla la sal que incorpora a los alimentos, condimentamos un poco ‘a ojo’ y tampoco solemos valorar la proporción de sal que se encuentra en embutidos, platos congelados, salsas y aperitivos, que representan el 72% del sodio que ingerimos.

El gran problema radica en que un consumo excesivo de sal está asociado con el aumento de la presión sanguínea y, por consiguiente, de las enfermedades cardiovasculares. Conociendo que el 45% de los infartos de miocardio y el 50% de los ictus están relacionados con la hipertensión arterial, resulta más que importante actuar de forma preventiva evaluando las diferentes actitudes que podemos asumir de cara a reducir o adecuar el consumo de sal.

• Controlar la cantidad de sal que utilizamos en las comidas caseras. Podemos hacerlo poniendo solo la justa medida de sal en una cucharita e intentando no utilizar más durante todo el día.
• Examinar a conciencia la composición de los alimentos que compramos, intentando comparar y elegir el que mejor se ajuste a nuestras necesidades. Para calcular la cantidad de sal tenemos que multiplicar los gramos de sodio por 2,5, el resultado será los gramos de sal.
• Si tenemos alguna patología que requiera disminuir el consumo de sal, podemos realizar un plan de alimentación hiposódico, lo que supone retirar la sal del salero y reducir en forma significativa los distintos alimentos, que bien por naturaleza o por su procesado, poseen sal.


Trucos para disminuir su uso
 Hierbas aromáticas y otros condimentos: dale rienda suelta a tu imaginación y prueba a aderezar tus platos con hierbas provenzales, especias o condimentos tipo curry, cúrcuma o jengibre, por ejemplo. Las posibilidades son infinitas y puede que te sorprenda su resultado. Además, en el súper encontrarás
sazonadores con diferentes mezclas (Méjico, Italia, Oriente, etc.) ideales para platos concretos.
 Limón y vinagre: su punto ácido le da un toque diferente a los platos, sin pasarnos con la sal.
•  Cocina al vapor: como los alimentos cocidos al vapor no entran en contacto con ningún otro elemento, su contenido natural de sodio se conserva mucho mejor.
•  Déjalo para mañana: dejar reposar guisos y potajes de un día para otro hace que se concentren los sabores sin necesidad de recurrir a la sal.
•  Alimentos frescos bajos en sal: fruta, verdura, legumbres, carnes y pescados frescos, los productos de temporada, sobre todo si se trata de frescos, no suelen contener apenas sal y son una buena opción para incluir en tu menú, tanto en crudo como cocinados.
Reorganizar hábitos alimentarios y culinarios para que el aporte de sodio sea de bajo a moderado, junto con una selección de alimentos saludables, el mantenimiento de un peso acorde a edad, talla y actividad se vincula con una disminución de la incidencia de hipertensión.


Un menú bajo en sal



Tomates cherry asados a las hierbas provenzales 

Ingredientes (4 personas)
400 g de tomates cherry
40 g de aciete de oliva virgen extra
10 g de hierbas provenzales


Preparación
Lava los tomates cherry, córtalos por la mitad y colócalos sobre una fuente apta para horno. Espolvorea con las hierbas provenzales. Rocía con el aceite de oliva y asa en el horno a 180ºC durante 30 minutos.
Sirve calientes.

Trucha con frutos secos y hierbas

Ingredientes (4 personas)

600 g de filetes de Trucha
120 g de limón
40 g de aceite de oliva extra
40 g de pan rallado
10 g de almendras
10 g de nueces
10 g de pistachos
10 g de mantequilla
5 g de perejil fresco
5 g de tomillo,
1 g de pimienta negra
40 cc de aceite de oliva


Preparación
Enciende el grill del horno.
Calienta en una sartén los frutos secos durante 1 minuto, sin dejar que se tuesten. Retira y pica ligeramente a cuchillo. Mezcla con el pan rallado, la mantequilla, el perejil y el tomillo. Ralla un poco la piel de 1 limón y exprime su zumo, mezcla bien.
Pincela los filetes de Trucha con aceite de oliva e incorpora la pimienta.
Coloca en una bandeja o fuente y cubre con la mezcla de frutos secos, presionando con suavidad. Hornea bajo el grill durante unos 5-8 minutos, hasta que el pescado esté en su punto y la costra dorada. Sirve con el otro limón cortado en gajos.

Crumble de ciruelas al tomillo

Ingredientes (4 personas)
1 palo de regaliz
600 g de ciruelas
50 ml de zumo de limón
30 ml de agua
50 g de mantequilla sin sal
30 g de azúcar de caña moreno
150 g de pan de especias fresco
10 g de mantequilla sin sal para la bandeja
5 g de cardamomo
3 ramitas de tomillo limón


Preparación
Prepara una infusión con el palo de regaliz y el agua. Llévala a ebullición y luego mantenla a fuego lento durante 10 minutos. Retira y reserva.
Enciende el horno a 180ºC. Selecciona y lava con rapidez las ciruelas. Sécalas. Desmenuza el tomillo.
Unta con mantequilla una bandeja para tarta de unos 23 cm de diámetro. Dispón en ella las ciruelas. Reparte el tomillo y las especias, el azúcar moreno, el zumo de limón y la infusión de regaliz. Hornea durante 15 minutos. Mientras, pasa el pan de especias por la batidora hasta que obtengas una sémola.
Retira el molde del horno, enciende el grill y extiende la sémola sobre la fruta. Distribuye la mantequilla en láminas muy finas y hornea de 4 a 5 minutos más.


Fuente Consum

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