viernes, 22 de noviembre de 2019

La Ilusión, la voluntad y la esperanza es lo que pone en marcha tu vida

Si trabajas estas tres parcelas - la ilusión, la voluntad y la esperanza - podrás introducir pequeños cambios en tu vida y sentirte más satisfecho con las decisiones que tomas, las cosas que haces y la persona que eres. ¡Pasa a la acción!

Para cambiar todo lo que te propongas y acercarte a lo que quieres ser, ¡haz de ponerte en marcha!. Si tú te mueves, el mundo se mueve contigo.
Trabajar la motivación, entrenar la perseverancia y ver el futuro con optimismo abre las puertas a lo nuevo que está por venir.





Déjate llevar por la ILUSIÓN
¿Te has planteado alguna vez cómo sería tu vida si te buscaras menos obligaciones y tuvieras más ilusiones? Utiliza esos chispazos de energía como guía brinda gratas sorpresas.

1. Nuevas emociones
Si tienes la sensación de estar viviendo a medias, déjate llevar por el impulso creador, la curiosidad, el entusiasmo, la espontaneidad, el juego y las risas.  Percibirás que algo te hace ilusión porque notarás el latido de la vida en tu interior. "Sólo hay un principio motriz - señalaba el filósofo Aristóteles-, el deseo".

2.Ábrete al mundo
Date permiso para probar cosas diferentes y redescubrirte como persona: pon a prueba un talento oculto, retoma una vieja afición, etc. También puedes sacar tu agenda y buscar pequeñas ilusiones de corto alcance: salir a tomar un café con un amigo/a, organizar una excursión, descubrir nuevos rincones de tu ciudad...


Entrena tu VOLUNTAD
Los hábitos no son sólo acciones - fumar, abusar de los dulces, etc. -, también son una forma de pensar enquistada, una emoción repetitiva o una actitud vital negativa.
¿Sabes que pasamos el 95% de nuestro tiempo haciendo, pensando o sintiendo practicamente lo mismo? Con fuerza de voluntad, puedes cambiar todo eso que ya no te gusta o ha dejado de ser útil en tu vida.

1.Rema a tu favor
Vencer la pereza pasa por marcarte metas modestas.  Según los neuropsicólogos, para crear un nuevo hábito vale más lograr cierta asiduidad que no ir en busca de grandes resultados.  En otras palabras: ser constante es más importante que ser ambicioso. ¡Recuérdalo!






2. Sin prisas
Si un día fallas, no te dejes llevar por la frustración.  Date cierto margen porque los malos hábitos están más arraigados que esa buena costumbre que quieres incorporar.  En opinión de los expertos, crear una nueva conducta - estudiar una hora al día, dejar de pelearte con todo el mundo, pensar en positivo, etc. - puede llevar entre 18 y 254 días.  La mayoría lo logra a los dos meses.  No olvides. por otro lado, que la voluntad es un recurso limitado.

 El poder de la esperanza

Alimenta la ESPERANZA
El optimismo vive de buenas vibraciones.  Si  pones un poco de
tu parte, te rodeas de gente positiva y haces un esfuerzo por esperar cosas buenas de las personas de tu entorno, poco a poco, verás la vida con un filtro ¡a todo color!

1. Refuerza tu lado positivo
Ignora a tu sabotedor interior, algo gruñón y pesimista que todos llevamos dentro.  "Tu mente siempre te recuerda lo malo, lo difícil, lo negativo.  Recuérdale túa a ella tu grandeza, tu pasión y tu fortaleza", sugiere el pedagogo Jorge Álvarez Camacho.  Repite como un mantra frases alentadoras como "todo es empezar", "si no es a la primera, será a la segunda", "lo mejor está por venir", "esto es el inicio de algo", etc.

2. ¡Tú también puedes!
Algunas personas se preocupan tanto por el futuro que dejan de vivir el presente. Desengáñate: anticipar desgracias no tine ninguna utilidad más allá de la que supone mantener la mente ocupada.  Creer que es tu momento, que te mereces eso y más y que no pierdes nada por intentatrlo, en cambio, hará que te impliques en tus proyectos con más esfuerzo y dedicación.

"Deja que la perseverancia sea tu motor y la esperanza tu gasolina" , sugiere el publicista y experto en motivación H. Jackson Brown


Ganar confianza, la clave para alcanzar tus metas
- Divide y vencerás.  Cuando nos encontramos ante un reto complejo, conviene dividir la carrera en pequeñas etapas y abordar una detrás de otra.  Sin olvidar la línea de meta, centra tu energía en el día a día.  Y no dudes en verbalizar tus pequeños logros.  cuando expresas tus progresos, premias tu conducta y fortaleces tu confianza.  ¡Buen trabajo!

- En momentos de bajón.  Cuando flaquee el ánimo, trata de recordar los logros alcanzados en el pasado.  Fíjate en todos esos retos que has superado en la vida y obtendrás esa inyección de optimismo y seguridad que necesitas para seguir adelante.  También puedes buscar referentes - amigos, familiares, famosos, etc. - que actúen a modo de ejemplo.

- Centra tus esfuerzos.  Detecta lo que está en tu mano, es decir, depende al cien por cien de ti, y lo que queda fuera de tu control.  Y céntrate en lo primero.  No puedes cambiar la actitud de alguien, pero sí tus reacciones frente a esa persona.  No hay manera de saber las preguntas de un examen, pero puedes preparártelo bien y serenarte con ejercicios de respiración, por ejemplo.

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