Aprender a parar, tomar un respiro y centrar la atención ayudan a mejorar nuestra relación con el entorno y a controlar nuestras emociones. Así es el "Mindfulness" o atención plena.
A finales de los años 70, el profesor de medicina Jon Kabat-Zim comenzaba una línea de investiga- ción sobre cómo podía influir en la salud la relación entre mente y cuerpo. Con estás premisas, este médico norteamericano desarrolló una práctica que unía sus conocimientos de yoga y meditación con la ciencia occidental, para terminar creando la clínica para la Reducción del Estrés y el centro para la Atención Plena en la Medicina, el Cuidado de la Salud, y la Sociedad en la escuela de Medicina de la Universidad de Massachusetts.
Kabat-Zim comenzaba a aplicar algo llamado Atención Plena –el mindfulness– en la medicina occidental con fines terapéuticos.
La atención plena o, lo que es lo mismo, la plena conciencia, sitúa a quien la practica en vivir el presente.
Esto que parece muy místico, en realidad no tiene ninguna connotación religiosa, ya que es un método totalmente laico cuyos beneficios en el cerebro humano están científicamente comprobados y se han integrado en la práctica de la medicina y la psicología occidental.
El "Mindfulness" me permite desarrollar nuevos puntos de vista.
REDUCIR EL RUIDO MENTAL
Minuto a minuto, el cerebro es capaz de procesar miles de ideas distintas casi a la vez. Esto es lo que se conoce como ruido mental. Ese exceso de pensamientos en la vida cotidiana puede producir ansiedad por el futuro, estrés, depresión y tristeza por hechos del pasado, etc. Concentrarse en el ahora permite dejar a un lado ese estrés, esa tristeza e incluso el dolor .Se trata de focalizar toda la atención en el ahora, dejar la mente libre de rumiar pensamientos, lo que permite vivir cada expe-riencia como caminar, cocinar, conversar en toda su plenitud, dejando a un lado la fatiga mental que sólo produce despistes y cambios de humor.
Según explican los expertos en coaching, Inversión de Pensamiento, al tomar conciencia del ruido mental, el individuo aprende a disminuirlo logrando
una mayor concentración y un desapego de sus propios pensamientos. Quien lo practica se da cuenta que su ansiedad o angustia, o cualquier otra carga emocional, no es más que el producto de una cabeza que no deja de pensar sin sentido, haciendo interpretaciones que no son reales.
BENEFICIOS EN EL TRABAJO
En España, esta terapia de gestión emocional ha empezado a ganar, poco a poco, adeptos tanto en el entorno laboral como en el personal.
En la última década en España se ha integrado, además, en escuelas, centros penitenciarios, entornos legales, empresariales o deportivos.
Para Mari Carmen Camacho, psicóloga y coach especializada en el Desarrollo de Habilidades Personales y Profesionales (www.maricarmencamacho.com), “en un contexto global, poco previsible, en constante evolución, donde la revolución digital adquiere protagonismo y marca los entornos organizativos en los que desarrollamos nuestro trabajo, las organizaciones están cambiando sus modos de gestión y el perfil de sus trabajadores”. Por eso, los nuevos retos empresariales pasan por cambiar el modo en que se relacionan con sus empleados y colaboradores dejando a un lado las relaciones basadas en el control para desarrollar relaciones basadas en la colaboración.
Las empresas empiezan a buscar formación para sus empleados enfocada en la persona, en la actitud. Siguiendo estas líneas, Mari Carmen Camacho destaca que el mindfulness "ofrece a las empresas que sus trabajadores tengan una mejor gestión emocional en general, y del estrés en particular; pero, además, mejora sus niveles de atención, de autoconocimiento, de creatividad… y permite tomar decisiones más conscientes, ser más flexibles, más empáticos y más hábiles en las relaciones interpersonales”.
De manera concreta, los principios básicos de la práctica del mindfulness ayudan, entre otras cosas, a no juzgar de antemano, a desarrollar la capacidad de ver nuevos puntos de vista y a tener relaciones de forma más efectiva, a ser más creativos y conscientes. En definitiva, ayuda a tener una relación más positiva con el entorno. Así, tanto las empresas como quienes las forman crean mejores ambientes, más positivos y creativos reduciendo, por ejemplo, el síndrome del quemado” o burnout con trabajadores preparados para afrontar cambios de forma flexible.
TAMBIÉN PARA EL DOLOR
Hace más de 30 años, la introducción del mindfulness en la Medicina y la Psicología occidental comenzaba una carrera de éxito, especialmente para los pacientes. Ahora, en plena era tecnológica, la atención plena se alía con la programación. Un equipo de psiquiatras y psicólogos de los hospitales universitarios “La Paz” y “El Príncipe de Asturias” de Madrid y el Instituto de Inves-tigación del Hospital Universitario de La Paz ha desarrollado una aplicación que ofrece a sus usuarios un sistema para poder practicar el mindfulness y aprovechar sus beneficios. REM, así se llama la app, está pensada tanto para pacientes com para profesionales. El equipo médico que ha desarrollado REM integró anteriormente programas de mindfulness en sus clínicas habituales, lo que les ha permitido recoger toda esta experiencia tras haber trabajado con pacientes con patologías tan diversas como depresiones, enfermedades ncológicas, infecciosas odolores crónicos. La aplicación ofrece más de 200 minutos de enseñanaza guiada con prácticas o sugerencias para incorporar esta técnica a la vida diaria.
El "mindfulness" hay que realizarlo de la forma más regular posible, ya que es un entrenamiento y, por lo tanto, no se consigue de un día para otro. Hay que tener en cuenta que el cerebro actúa como un músculo, cuanto más a menudo lo entrenemos mejor. Es mucho más eficaz practicar 10 minutos al día, todos los días que únicamente una hora al mes.
Formas infalibles de evitar pensamientos obsesivos.
Según Mónica Esgueva tenemos una media de 30.000 pensamientos diarios. Y de estos 30.000 pensamientos sólo el 5% son diferentes de un día para otro. Nos pasamos el día dándole vueltas a las mismas cosas. Para cortar con esta tendencia, la especialista en mindfulness nos porpone estas tres estrategias:
- Respirar de forma consciente
Con tan sólo efectuar unas cuantas respiraciones profundas con el abdomen, al centrar nuestra atención en ello, conseguimos calmar nuetra tensión. Es algo que se puede hacer en cualquier momento y en cualquier lugar y que resulta muy efectivo.
- Escuchar nuestro cuerpo
Otro sistema sería desviar nuestra atención a las sensaciones corporales. Por ejemplo, si tengo ansiedad, me haré la siguiente pregunta: "¿En qué lugar la siento?" Es habitual, por ejemplo, sentir que tenemos un nudo en el estómago. Al "escanear" el cuerpo para tratar de detectar esas sensaciones, ya conseguimos detener la mente.
- Observar el entorno
Si, por ejemplo, estamos en un autobús, echaremos un vistazo alrededor y observaremos a la gente que viaja con nosotros, miraremos por la ventanilla, etc. Fijarnos en los detalles del exterior nos ayudará a evitar las obsesiones de nuestro interior.
Maneras de practicar Mindfulness:
Sentado y con los ojos cerrados.
Es la forma más tradicional y también la más adecuada para los principiantes, ya que es muy sencilla de llevar a cabo.
1. Siéntate en una silla, con la espalda erguida pero relajada y con los ojos cerrados. (Si lo prefieres, también puedes estar de pie).
2. Concéntrate en el ritmo de tu respiración. Para ello, trata de seguir el trayecto completo de la inspiración y la espiración.
3. Toma conciencia de tu cuerpo. Para ello imagínate que todo tu cuerpo respira contigo.
4. No intentes dejar la mente en blanco. Si te llega un pensamiento, simplemente contémplalo como un acontecimiento mental.
Mientras caminamos.
Si prefieres estar en movimiento, esta técnica te resulta más eficaz.
1. Anda al ritmo que mejor se adapte a tu cuerpo, aunque es mejor hacerlo lentamente.
2. Presta atención a cada paso, a las sensaciones que notas en los pies y las piernas, a la conexión de tus pies con el suelo, etc.
3. No es necesario que camines en una dirección concreta, puedes hacerlo en círculos, de un lado a otro, etc. Como prefieras.
En momentos de tensión.
Cuando ya tengas un poco de práctica, podrás practicar "mindfulness" en cualquier sitio. Si lo haces en momentos estresantes, como un atasco o una cola, te ayudará a estar más tranquilo.
Piensa en el factor que provoca tu estrés y trata de contemplarlo de forma neutral. En lugar de dejarte llevar por la ira o la frustración, intenta controlar tus sentimientos negativos para "soltarlos" y, de esta manera, lograr que se disuelvan por sí mismos.
Fuente Carmen Lancho, iStock (revista Ábaco nº 72), Mónica Esgueva (Coach, escritora, economista)Texto: Carmen Lancho
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