viernes, 22 de octubre de 2021

Aprende a mantener a raya la fatiga mental

Es uno de los males más frecuentes de nuestra sociedad actual debido a un ritmo laboral estresante, a la saturación de información y a los estímulos constantes sobre el cerebro.

La fatiga mental se caracteriza por ua disminución temporal de la eficiencia mental de la persona.  Los principales síntomas son una menor capacidad para mantener la concentración, para analizar datos, así como para tomar decisiones.  Este cansancio psicológico suele estar desencadenado por un sobreesfuerzo o estrés mantenido en el tiempo debido a un exceso de trabajo en el ámbito laboral o también por situaciones personales que aumentan la tensión.  Cuando la persona tiene fatiga mental se siente incapaz de dar respuesta a las exigencias y esfuerzos de tipo cognitivo que tiene ante sí.  Este agotamiento psíquico puede acompañarse de apatía, rumiación, tristeza, ansiedad, irritabilidad, insomnio y dolores físicos como parestesis, fatiga ocular, cefaleas o molestias estomacales.

 



Las causas más habituales

- Sobrecarga laboral.  Es uno de los orígenes más frecuentes del cansancio mental sobre todo en trabajos con un exceso de tareas intelectuales.

- Factores personales.  Hay personas que resisten mejor que otras los sobreesfuerzos en el trabajo y la presión.  Aunque se suele ser más vulnerable a la fatiga mental en etapas personales difíciles como un divorcio o una pérdida.

- Fatiga informativa.  La definió el psicólogo británico D. Lewis tras estudiar a 1300 directivos de empresas y comprobar que se produce un cansancio mental cuando se manejan excesivas cantidades de datos.   Se puede acompañar de síntomas físicos.  Esta saturación de información provoca que se retrasen decisiones importantes y no sólo afecta al rendimiento de la persona, sino a sus relaciones.

- Síndrome del "burnout".  El agotamiento psicológico y cognitivo es uno de los síntomas más importantes de este trastorno cada vez más frecuente.  Suele derivarse de un clima laboral difícil, con pocos recursos, horarios largos y alta exigencia.  Se asocia más con profesionales dedicadas a los demás (personal sanitario, enseñanza, asuntos sociales, personal de oenegés, etc.).

- Depresión.  La fatiga mental suele estar presente en esta dolencia.

Una enfermedad orgánica.  Entre otros, la anemia, un trastorno de tiroides, un dolor persistente o la apnea del sueño que impide un buen descanso puede desencadenar la fatiga mental y conviene descartar los trastronos físiocs como causas del cansancio psicológico.

 

¿Cuándo asistir a la consulta del médico?

Cuando la sobrecarga que se siente se prolonga varias semanas y llega a provocar insomnio y dificultad para mantener la concentración, porque pronto acabará siendo difícil de autogestionar y afectará a la salud mental e incluso física. Si se prolonga la fatiga mental puede llevar a tener ansiedad que afecte a la vida personal, las relaciones sociales y las actividades de ocio, puede producir dolores musculares, de cabeza e incluso alteraciones digestivas. 


Medidas más eficaces para hacer desaparecer la fatiga mental

Dormir.  Aunque la fatiga mental suele dificultar el sueño, dormir al menos ocho horas permite al cerebro regenerarse y poner en marcha el sistema glinfico que elimina las toxinas acumuladas en este órgano durante los esfuerzos.

Hacer ejercicio.  La actividad física mejora las funciones ejecutivas, la zona del cerebro relacionada con la capacidad de concentración, el aprendizaje y la toma de decisiones.  Además, favorece un sueño reparador.

Beber agua.  Con sólo un 1% menos de agua el cerebro ya presenta problemas de atención.  Tomar un vaso de agua cada 45 minutos, aún sin sed, ayuda a optimizar el rendimiento cerebral.

Realizar pausas.  Lo ideal es desconectar 10 minutos cada 45 minutos para dar tiempo al cerebro a recuperar su capacidad de concentración y de memorización.

Evitar el "multistaking".  Realizar varias tareas al mismo tiempo disminuye el rendimiento cerebral y favorece el agotamiento mental.  Además, las interrupciones suponen una sobrecarga mental muy perjudicial.

Rebajar la exigencia.  Aplacar el perfeccionismo, reducir las obligaciones diarias priorizando y delegar ayuda a limitar la fatiga mental.

Reserva tiempo para ti.  Los expertos aconsejan

viernes, 8 de octubre de 2021

Te dejo un libro de lectura amena, te atrapa desde el primer capítulo, disfrútalo como yo lo estoy haciendo.

La cocinera de Castamar es un libro sobre una mujer empoderada y con guiños inclusivos a otras razas, cuenta con los vibrantes contrastes que siempre ofrecen las diferencias entre nobles y sirvientes. A esto se unen los celos, las envidias y las venganzas que se prodigan unos y otros. Al menú hay que añadir cómo no la esencia de 'Como agua para chocolate' (1992), en la que los sugerentes platos enamoraban literalmente al personal.

Aparece un ambiente de intrigas y juegos de poder en pleno siglo XVIII de lo más apetecible pues combina enredos palaciegos (y sus buenas dosis de suspense) con una gran historia de amor cocida a fuego lento. La estupenda recreación del Madrid de 1720 sirve de escenario para contar la historia de Clara Belmonte , una muchacha que llega a Castamar para ayudar en las cocinas.

Pronto sabemos que oculta un dolor terrible. No ha superado la muerte de su padre, acusado de traición, un trauma que se hace visible por su temor a salir al exterior. Poco se sabía de esta enfermedad en aquel momento, pero Clara sufre agorafobia, lo que le da un punto inquietante e inusual a su personaje. ¿Cómo desenvolverse en palacio si sus miedos le limitan los movimientos? Cuando es nombrada cocinera, los fogones se convierten en su refugio y preparar los platos más suculentos, en una forma de sobrevivir y escapar de sus temores.

Mientras Clara cree haber descubierto en la cocina la fórmula que podría equilibrar la diferencia entre nobles y criados, Diego, el duque de Castamar , seducido por los sublimes manjares de la recién llegada, le demuestra de inmediato que no es un aristócrata al uso. A pesar de ser la persona de confianza del rey Felipe V o de codearse con lo más granado –en su palacio se suceden las fiestas, los banquetes y las cacerías– el sensible Diego, más cercano a los ideales de la Ilustración, trata al servicio de igual a igual (de hecho está orgulloso de Gabriel, su hermano negro -Jean Cruz-, un antiguo esclavo, cuya relación es un auténtico desafío). Le une a Clara que él también arrastra su propia aflicción pues quedó viudo tras el trágico accidente de su mujer (lo que le ha hecho recluirse y obviar sus deberes con la corona). La llegada de Clara le cambiará la vida. Los cambiará a ambos.

El problema para su relación –más allá de que por sus pesares y forma de ver el mundo puedan ser una suerte de almas gemelas– no es solo la diferencia de clases sino la maquiavélica intención de su madre doña Mercedes que busca con urgencia su descendencia a través del matrimonio pactado con la noble Amelia Castro. Para ello, contará con la ayuda de Enrique de Arcona, el marqués de Soto, que recuerda muy mucho al vizconde de Valmont de 'Las amistades peligrosas' (1988). Tal y como ocurría en la película de Stephen Frears –o en Valmont (1989), de Milos Forman– basadas ambas en la novela de Choderlos de Laclos de 1782, las acciones de Enrique ocultan sus verdaderas (y crueles) intenciones.

Otro personaje incapaz de dominar el deseo, es el conde de Armiño, que lleva la depravación y el comportamiento libertino por bandera.

La hipocresía obviamente campa a sus anchas por los salones palaciegos mientras en las tabernas se desata la lujuria a plena luz del día. Comportamientos mezquinos de ambos lados vienen a alimentar las rivalidades y las confidencias y manipulaciones. A pesar de los siglos es fácil empatizar con las motivaciones de unos personajes que sobreviven soportando la culpa, las creencias devotas y los deseos más íntimos. Se hace más atractiva además por un rodaje en el que importan detalles como el magnífico vestuario, la cuidada iluminación y las escenas filmadas con movimiento, que la alejan de las típicas series de época.

 

Te dejo enlace: