La felicidad es un reencuentro con nosotros mismos.
La leyenda de la felicidad
Al principio de los tiempos, los dioses se reunieron para crear al
hombre y a la mujer. Lo hicieron a su imagen y semejanza, pero uno de
ellos dijo:
-Un momento, si vamos a crearlos a nuestra imagen y semejanza, van a
tener un cuerpo igual al nuestro y una fuerza e inteligencia igual a la
nuestra. Debemos pensar en algo que los diferencie de nosotros, de lo
contrario estaremos creando nuevos dioses.
Después de mucho pensar, uno de ellos dijo:
- Ya sé, vamos a quitarles la felicidad.
- Pero donde vamos a esconderla. - Respondió otro.
- Vamos a esconderla en la cima de la montaña más alta del mundo.
- No creo que sea una buena idea, con su fuerza acabarán por encontrarla.
- Entonces... podemos esconderla en el fondo del océano.
- No, recuerda que les daremos inteligencia, con la cual, tarde o
temprano construirán una máquina que pueda descender a las profundidades
del océano.
- ¿Por qué no la escondemos en otro planeta que no sea la tierra?
- Tampoco creo que sea buena idea, porque llegará un día que
desarrollarán una tecnología que les permita viajar a otros planetas.
Entonces conseguirán la felicidad y serán iguales a nosotros.
Uno de los dioses, que había permanecido en silencio todo el tiempo y
había escuchado con interés las ideas propuestas por los demás dijo:
- Creo saber el lugar perfecto para esconder la felicidad,
A menudo, como reacción a una agresión,
una crisis o simplemente como sistema de defensa, ponemos un muro a
nuestro alrededor y nos encerramos en nosotros mismos. No siempre somos
conscientes de la existencia de estas corazas. En realidad, en la
mayoría de los casos forman parte de nuestra historia más profunda.
Estas barreras se crean por las tensiones y rigideces musculares que
alteran los movimientos naturales del cuerpo, dificultan la respiración y
la circulación libre de energía. El resultado es un cuerpo como
agarrotado.
Para deshacerse de estas tensiones Marie
Lise Labonté ha creado el Método de Liberación de Corazas (MLC). A
través de sencillos movimientos suaves, pero profundos, este método
ayuda a encontrar la posición natural del cuerpo y a reencontrar la
energía perdida con los años.
Lurdes Reina - Terapeuta Psicocorporal
¿Qué es una coraza?
La coraza es un mecanismo inconsciente de defensa. Permite
protegerse cuando uno vive una situación conflictiva. Si, superado el
problema, la persona mantiene la coraza, lo que inicialmente protegía se
convierte en una amenaza para la salud física y psíquica.
Una actitud inconsciente de
represión constante impide vivir plenamente. Nos privamos de situaciones
que podrían ser fuente de desarrollo, de realización y de plenitud.
Gracias a
la técnica de movimientos simples y suaves el cuerpo poco a poco se
libera y encuentra una posición más natural, se consigue cambiar la
respiración y, en líneas generales, nos sentimos mejor con nosotros
mismos.
Lurdes Reina explica que “el método está indicado para personas
con cansancio, síndrome de fatiga crónica, estados depresivos,
Losabrazos sanan almas y reafirman nuestras emociones.
Te quiero contar una historia real que me gusta mucho....
El juez de los abrazos
No me molestéis, ¡abrazadme!
Pegatina en un parachoques
Lee Shapiro es un juez retirado y también una de las personas másauténticamente amables y cariñosas que conocemos.
En un momento de su carrera, Lee se dio cuenta de que el amor es el poder más grande que hay. Como resultado de ese descubrimiento se convirtió a la religión del abrazo: empezó a dar abrazos a todo el mundo.
Sus colegas comenzaron a llamarlo «el juez de los abrazos». En el parachoques de su automóvil se lee: «No me molestéis, ¡abrazadme!».
Hace más o menos seis años, Lee inventó lo que él llama su «Equipo de abrazar». Por fuera dice: «Un corazón por un abrazo» y contiene treinta corazoncitos rojos bordados con un adhesivo al dorso. Lee saca su «Equipo de abrazar», se acerca a la gente y le ofrece un corazoncito rojo a cambio de un abrazo.
Gracias a esta práctica ha llegado a ser tan conocido que con frecuencia lo invitan a conferencias y convenciones donde puede compartir su mensaje de amor incondicional. En una conferencia que se realizó en San Francisco, los medios de comunicación locales le plantearon el siguiente reto: «Es fácil dar abrazos en esta conferencia dirigida a personas que han venido aquí porque han querido, pero eso sería imposible en el mundo real».
Y lo desafiaron a que empezara a dar abrazos por las calles de San Francisco, seguido por un equipo de televisión de la emisora local.
Lee salió a la calle y abordó a una mujer que pasaba.
—Hola, soy Lee Shapiro, el juez de los abrazos, y doy un corazón de estos a cambio de un abrazo —explicó.
—Cómo no —fue la respuesta.
—Demasiado fácil —objetó el comentarista local.
Lee miró a su alrededor y vio a una muchacha encargada de un parquímetro que lo estaba pasando mal a causa del propietario de un automóvil a quien estaba multando. Lee se encaminó hacia ella, con el cámara a su lado y le dijo:
—Me parece que a ti te vendría bien un abrazo. Soy el juez de los abrazos y me ofrezco a darte uno.
Ella aceptó.
—Mire, ahí viene un autobús —lo desafió el comentarista de televisión—.
Los conductores de autobús de San Francisco son la gente más dura, descortés y mezquina que hay en la ciudad. Vamos a ver si consigue usted que lo abracen.
Lee aceptó el reto. Cuando el autobús llegó a la parada, dijo al conductor:
—Hola, soy Lee Shapiro, el juez de los abrazos. El suyo debe de ser uno de los trabajos más agotadores del mundo. Hoy ando ofreciendo abrazos a la gente para aliviarles un poco la carga. ¿Le apetece uno?
El gran hombre de un metro ochenta y cuatro y más de noventa kilos de peso se levantó del asiento, bajó y le dijo:
—¿Por qué no?
Lee lo abrazó, le dio un corazón y lo saludó con la mano mientras el autobús volvía a arrancar.
Los del equipo de televisión estaban mudos.
Finalmente, el presentador dijo:
—Tengo que admitir que estoy muy impresionado.
Un día, Nancy Johnston, una amiga de Lee, llamó a su puerta. Nancy es payaso de profesión e iba vestida con su disfraz de trabajo, maquillada y con nariz postiza.
—Lee, coge un montón de tus «Equipos de abrazar» y vamos al hogar de incapacitados.
Tan pronto como llegaron, comenzaron a repartir globos, sombreros de carnaval, corazones y abrazos entre los pacientes.
Lee se sentía incómodo:
Nunca había abrazado a nadie que tuviera una enfermedad terminal, que padeciera graves disfunciones físicas o mentales. Decididamente, aquello era excesivo para dos personas. Pero
Lapulmonaria para las afeccionespulmonares, remedios naturales para tratarlas.
La pulmonaria (Pulmonaria officinalis)
es una planta de ambientes húmedos y umbríos, que crece en márgenes de
bosques de zonas montañosas. Presenta tallos débiles, de hasta 30 cm de
alto. Las hojas basales son grandes, de forma oval lanceolada,
puntiagudas, con sus inconfundibles manchas blancas en la cara superior
y de textura pelosa por ambas caras.Las hojas superiores son más
pequeñas y abrazan al tallo.
Esta planta es muy
sensible a las toxinas medioambientales, por lo tanto las áreas en las
cuales se puede encontrar por lo general son bosques libres de
contaminación. La presencia de la pulmonaria es un buen indicador de la
salud de un ecosistema.
Contiene flavonoides como el
quercetol y el kenferol. Su alto contenido en mucílagos y alantoína
hacen de ella un remedio eficaz para proteger las mucosas de los
conductos respiratorios, y las saponinas le confieren además un claro
efecto expectorante, que ayudará a expulsar aquella acumulación de
mucosidad que impide respirar con normalidad.
Investigaciones recientes sugieren que la pulmonaria posee determinadas
características que pueden ser beneficiosas para la salud del pulmón.
Esta hierba posee propiedades antioxidantes y mucolíticas.
Utilización de la Pulmonaria para Reducir la Irritación
Dos estudios realizados en Turquía han documentado las propiedades de
aliviar la irritación que posee la pulmonaria. El primer estudio fue
realizado en el año 2003 y analizó agua caliente extraída de la planta y
descubrió estas propiedades [1].
El segundo, realizado en el 2009, encontró propiedades protectoras
sobre el sistema gastrointestinal. Los investigadores creen que esto se
debe a los efectos de reducción del enrojecimiento de los neutrófilos y
del estrés oxidativo [2].
Aunque estos estudios se enfocaron en el sistema gastrointestinal,
existe la creencia que estas propiedades beneficiosas son la razón del
porqué existen tanta tradición en la utilización de la pulmonaria para
tratar las afecciones respiratorias.
Método Bates, terapia alternativa para mejorar la
agudeza visual.
El oftalmólogo estadounidenseWilliam Horatio Bates, (1860–1931)
atribuyó casi todos los problemas de la vista a la tensión habitual de
los ojos, y las gafas eran perjudiciales e innecesarias.
Bates autopublicó un libro así como un magazín detallando con su propuesta
para ayudar a la gente a relajar tal "tensión", y de este modo, él
afirmaba, mejorar su vista.
Eliminar el estrés y realizar con regularidad algunos sencillos
ejercicios con nuestros ojos puede eliminar muchos problemas graves de
la vista permitiendo que nos olvidemos de los oculistas.
Al final del artículo se muestran ejercicios que ayudarán a sanar nuestra vista a un coste cero.
Lo inventó un oftalmólogo norteamericano hace un siglo. Y lleva 100
años demostrando su validez. El ‘Método Bates’ te ahorra gafas y dolores
de cabeza porque, en base a tres principios y con sencillos ejercicios, te enseña a ver mejor de lo que crees que podrías ver sin la ayuda de unas gafas. La nitidez de tu mundo aumentará; sólo tienes que decidirte a practicarlo.
Aquí te damos las primeras clases. ¿Te apuntas a la ‘visión Bates’?
Ojalá puedas releer esto en un futuro… pero sin gafas. Enfoca tu mirada.
“Cuando los pacientes han aprendido a utilizar los ojos y la
mente de forma relajada, la visión mejora y los errores de refracción
tienden a corregirse por sí mismos”.
La frase es de Aldous Huxley, el autor del conocidísimo “Un mundo feliz” y, también, de otro menos conocido que recoge su visión sobre la visión: “El arte de ver”,
un texto que escribió en 1942 para contar una de las experiencias que
cambiaron su vida. Y contar cómo su vida cambió al superar esa
experiencia.
A Huxley, un ataque de keratitis le dejó medio ciego a los 16 años.
Con opacidad en la córnea, sumada a hipermetropía y astigmatismo. Veía
muy poco… pero sí lo suficiente como para intuir su curación: ponerse en
manos de un ‘reeducador’ visual y, al poco, poder leer “sin gafas y, lo que era mejor, sin esfuerzo ni cansancio”, como cuenta él mismo en su libro.
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