Juan B. Simó presenta en su obra datos inéditos
sobre la investigación de la infusión popularizada por el pontífice
Benedicto XIII
La
Tisana del Papa Luna protagoniza la nueva obra de Juan B. Simó,
investigador y precursor del preparado de hierbas medicinales que
popularizó el pontífice Benedicto XIII.
Tisana del Papa Luna. Polvos medicinales para el pontífice Benedicto XIII expone
información inédita sobre el estudio del brebaje medicinal y recupera
el preparado pontificio de hierbas medicinales, detallando sus acciones
farmacológicas e indicaciones. El autor de la investigación describe
documentalmente la receta farmacéutica medieval procedente de la antigua
cultura mediterránea y argumenta la hipótesis sobre la elaboración del
medicamento que repuso al pontífice Benedicto XIII de un frustrado
envenenamiento en 1418.
Tisana del Papa Luna. Sorbos auténticos de historia y bienestar
La Tisana del Papa Luna es
una receta farmacéutica medieval surgida de la antigua cultura
mediterránea, de la que incorpora saberes ancestrales relacionados con
la salud. La fórmula magistral fidedigna corresponde a un preparado de
hierbas medicinales que popularizó el Papa Benedicto XIII desde su sede
pontificia de Peñíscola, entre 1411 y 1423.
El brebaje medicinal
fue considerado por la farmacopea valenciana como un remedio de clásica
aplicación y tradición valenciana, muy familiar, usado y seguro, por lo
que fue prescrito durante los siglos XV, XVI y XVII como remedio de
probada eficacia para evitar flatos, dolores de cabeza, tensiones
estresantes, y dolencias de riñón.
La auténtica fórmula magistral
de la Tisana del Papa Luna ha sido recuperada por Juan Bautista Simó
Castillo, un entusiasta investigador e historiador de Peñíscola que ha
dedicado más de cuatro años al estudio de la fórmula y su contexto
histórico. Numerosos especialistas y estudiosos, como expertos en
matemáticas medievales, en latín popular del siglo XV, en latín
científico, botánica o farmacia han colaborado con el precursor de la
tisana papal hasta conseguir descifrar y formular los ingredientes en su
exacta medida para obtener el preparado de hierbas medicinales.
El
Patronato de Turismo de Peñíscola, consciente de la necesidad de
universalizar y hacer extensivo a todo el público este producto natural
auténtico y singular, alcanza a mediados de 2006, junto a las
mercantiles Cafés B+O y La Casa del Papa Luna, un acuerdo de cesión,
venta y promoción con el precursor y propietario de los derechos del
descubrimiento de la fórmula papal. La colaboración público-privada
permite que el brebaje medicinal pueda introducirse en el circuito
comercial como un producto único y distintivo de la ciudad.
ACTUALIDAD DE LA “TISANA DEL PAPA LUNA” Sorbos auténticos de historia y bienestar J. B. Simó Castillo (texto y fotos) El resultado de investigaciones históricas sobre el patrimonio natural, realizadas con perspectiva etnográfica y antropológica, me condujo, a partir del año 2000, contando con colaboraciones generosas varias, a la recuperación de saberes y aprovechamientos vinculados con nuestra Mediterraneidad clásica. Una de aquellas sapiencias recuperada de nuestra cultura sería la “Tisana del Papa Luna”. La fundamentación documental inicial correspondió a la Carta de Joan Claver (Peníscola 22-10-1418), detallando el atentado criminal de envenenamiento al papa Benedicto XIII, realizado mediante el postre confitado, conocido como citronat o acitrón, al que se le añadió arsénico; el otro testimonio escrito acreditaba que fue la fórmula magistral de pulveris papae Benedicti de Luna el medicamento prescrito para la sanación pontificia. La fórmula se encuentra en la farmacopea valenciana Officina Medicamentorum (1601-1603). El recetario recogía la composición y aplicaciones del fármaco pontificio de 1418, por aquel entonces conocido como pulveris papae...; este, dada la eficacia y popularidad, perpetuaría su uso durante varios siglos después, siendo calificado de un preparado clásico valenciano, “muy familiar, muy usado y muy seguro”. Las características del preparado, además de su autentic idad documentada supone en nuestros días ser natural, agradable, diferente y saludable; conllevando, asimismo, el recuerdo implícito al controvertido pontífice y a su extraordinaria manifestación humana.
La receta provenía de todo un cúmulo de saberes ancestrales mediterráneos relacionados con la salud, con evidentes vinculaciones a la sistematización de medicamentos en Sicilia en la que intervino el célebre valenciano Arnau de Vilanova (primeros años del s. XIV).
La Tisana del Papa Luna, “sorbos auténticos de historia y bienestar”®, sería la denominación con la cual se actualizaría y registraría la antigua fórmula en el año 2004. Dos años después comenzaría la comercialización y distribución por Cafés B+O de Benicarló (2006) en el reducido ámbito territorial de Peñíscola-Benicarló y su entorno (en la actualidad el espacio es mayor e incluyendo la venta por internet). En su recuperación se partió de la absoluta fidelidad a la receta elaborada en 1418, “a favor del Pontífice”, por el entonces gremio de boticarios valencianos. La fórmula magistral correspondía, en la terminología farmacéutica, al grupo terapéutico de los polvos medicinales. En la rehabilitación actual del preparado herbáceo, se adoptó a la denominación de “tisana”, y su uso a “infusión”, si bien su composición sigue siendo la original.
La empresa “Cafés B+O – Tisana del Papa Luna” recibió en 2018 el máximo galardón de “Amics del Papa Luna”, como entidad “Socia de Honor” por su dedicación esmerada en el afianzamiento comercial de la Tisana. A partir del producto rehabilitado se elaboraron diferentes derivados, para favorecer la consolidación del compuesto en el siglo actual. Citemos como derivados producidos con la tisana, el helado, granizado, sorbete, la bebida espiritosa artesana “Esperit de tisana”, y recientemente, la cerveza artesanal denominada Papa Luna, por tener como ingrediente principal la ya popular Tisana del Papa Luna. “Esperit de Tisana”, bebida espiritosa artesanal (maceración de la Tisana en alcohol).
Entre las conquistas de la recuperada Tisana del Papa Luna, amén de como producto específico, genuino, por su autenticidad, y distinguido, por su aporte natural saludable, colabora a reivindicar al pontífice aragonés Benedicto XIII, curiosamente y especialmente en el país galo (seis siglos después de condenado).
Resulta que, en el Palacio de los Papas de Aviñón se vende los últimos años, un té de hierbas con el nombre Tisane du pape Benoît XIII. El producto no tiene refrendo documental alguno, ni histórico ni tradicional. No obstante, sí posee atractivos créditos promocionales “oficiales” (de tildes ecológicos y europeos); bien que le falta el asenso de “nuestra tisana”: ser un producto histórico, documentado y único. La tisane aúna en su composición el haber copiado algunos de los componentes del "pulvis papae Benedicti di Luna" y haber añadido otros tantos, sin especificación característica clara. Pero lo bueno, y que nos congratula, es que Benedicto XIII, el Papa Luna, en Francia merced a la Tisane du pape Benoît XIII está consiguiendo, subliminalmente, ir olvidando la clásica consideración de “antipope” por la de “pope”.
Me gusta recordar, insistir, en que la Tisana podría elaborarse con los componentes que del brebaje se encuentran en el territorio local-comarcal (principalmente, Sierra de Irta y zona húmeda del Prat). Pronto habrán de cultivarse formalmente sus componentes en el “huerto pontificio” en el entorno del castillo; ya toca. Mientras, mi entusiasmo me hace entender a la Tisana del Papa Luna como un regalo de la madre naturaleza, que nos hace la historia, de la mano de Benedicto XIII. La Tisana del Papa Luna se dio a conocer en toda España gracias a un reportaje de La 1 de TVE desde el Gran Hotel Peñíscola. La periodista Mar Villalobos la presentó en el espacio 'Aquí la Tierra' (emisión del 26-06-2015).
Tisana del Papa Luna. Sorbos auténticos de
historia y bienestar La Tisana del Papa Luna es una receta farmacéutica
medieval surgida de la antigua cultura mediterránea, de la que incorpora
saberes ancestrales relacionados con la salud. La fórmula magistral
fidedigna corresponde a un preparado de hierbas medicinales que
popularizó el Papa Benedicto XIII desde su sede pontificia de Peñíscola,
entre 1411 y 1423. El brebaje medicinal fue considerado por la
farmacopea valenciana como un remedio de clásica aplicación y tradición
valenciana, muy familiar, usado y seguro, por lo que fue prescrito
durante los siglos XV, XVI y XVII como remedio de probada eficacia para
evitar flatos, dolores de cabeza, tensiones estresantes, y dolencias de
riñón.
Los elementos de la Tisana del Papa Luna, preparados en
determinada proporción centesimal, son
La comunicación en los bebés
comienza con pequeños ruidos, gestos y llantos. Los más pequeños no
pueden expresarse hablando pero tienen otras maneras de hacerlo.
El lenguaje Baby Sign es un sistema de gestos estructurado que favorece la atención de los niños, su psicomotricidad y su desarrollo intelectual.
Desde que nacen, los bebés tienen la necesidad de comunicarse. El lenguaje
es la capacidad que tenemos para expresar nuestros pensamientos y
sentimientos. Es algo innato y, por eso, es natural que los bebés
también deseen expresarse. Reír, gritar, llorar, chillar o mover las
manos son algunos de los gestos más habituales en los bebés pero muchas
veces, los adultos no entendemos qué quieren expresar con estos gestos o
qué les pasa.
¿Qué es el Baby Sign o Baby Signing?
El Baby Sign es una técnica que consiste en enseñar
signos, señas o una serie de gestos a los bebés para que puedan
comunicar sus necesidades y deseos básicos mucho antes de que puedan
hablar.
Este tipo de lenguaje, según varios estudios, favorece la adquisición
del lenguaje oral, y no la retrasa. Muchos pueden pensar que están
enseñando a sus bebés a comunicarse a través de signos y van a
acostumbrarse a expresar sus necesidades de esa manera en lugar de
aprender a hablar. Sin embargo, está comprobado que los bebés que
comienzan a usar la lengua de signos suelen empezar a
hablar antes que el resto. Además, obtienen una puntuación mayor en
algunos test de inteligencia y aprenden mejor nuevos idiomas.
Algunos de los signos del Baby Sign es parecido a la lengua de signos para personas sordomudas.Los
bebés aprenden estos gestos a base de repetición mientras se habla, o
mostrándolos imágenes y relacionándolos con los signos.
Hay un Baby Signs oficial, del que puedes comprar libros y material educativo, pero también puedes inventarte tú los signos.
Mientras te entiendas con tu bebé, lo importante es la comunicación
En todas las culturas utilizamos gestos para expresar algunas ideas.
Por ejemplo, ponemos nuestra mano en la oreja con el pulgar y el meñique
extendidos para indicar que nos hablen por teléfono o también es muy
habitual colocar nuestro dedo índice sobre los labios para expresar
silencio.
Esto es una realidad, la comunicación no verbal representa el 80 % de nuestra comunicación.
Los bebés de todo el mundo están al día de los gestos, por eso señalan
con el dedo, dicen adiós o mandan besos con sus manos desde muy
pequeños.
Los bebés pueden aprender a utilizar mucho antes sus manos que su
voz, con lo cual, es más fácil que a los 9 meses nos digan que quieren
comer a través de un signo que diciendo la palabra comida o hambre.
En Internet existen numerosas fuentes de información y recursos para comenzar con el Baby Sign. Según publica la web ‘Háblame con las manos’: “Un
bebé que signa está ejercitando la comunicación, expresando sus
necesidades, compartiendo sus sentimientos y llamando a los objetos por
su nombre. El ejercicio que hacen a nivel mental es increíble,
lo que supone que más adelante solo tengan que incorporar las palabras
de manera verbal”.
¿A partir de qué edad se puede enseñar el Baby Sign?
Los bebés con 6 meses ya pueden comenzar a aprender a
repetir algún gesto, pero en particular, cuando el niño pueda
permanecer sentado por sí mismo y comience a realizar algunos signos,
como señalar, aplaudir, saludar… será el momento más óptimo para repetir
con más frecuencia estos signos.
Esta planta es conocida sobre todo por emplearse para la elaboración de cerveza, pero tiene otros muchos usos y se utiliza desde hace siglos como planta medicinal. Diversos estudios científicos han confirmado sus numerosas propiedades.
Sofocos
Las flores de lúpulo están indicadas para reducir la intensidad y la frecuencia de los sofocos de la menopausia.
Ansiedad y nervios
Uno de sus principales usos es para el tratamiento de enfermedades relacionadas con el sistema nervioso (insomnio, ansiedad o irratibilidad) por su acción sedante.
Digestivo
Precisamente por la acción sedante de hasta 20 de sus compuestos, el lúpulo también tiene un efecto calmante si hay sensación de ardor o cólicos. Y sus principios amargos abren el apetito.
Diabetes
Según un estudio de la Universidad de Washington (EEUU), el extracto de lúpulo puede ayudar a disminuir los niveles de glucosa en sangre en personas con diabetes tipo 2.
Salud intestinal
El lúpulo ya se empleaba en la Edad Media contra las lombrices intestinales. Recientemente, un estudio de investigadores mexicanos ha comprobado los efectos beneficiosos de la cerveza sin alcohol sobre la microbiota: favorece una flora más diversa y llega a triplicar
Esta planta, que también se conoce como brecina, actúa como un poderoso diurético natural. Cada año, con la llegada del calor, gana popularidad.
Infección de orina
Las cápsulas o sobres con arándano rojo, própolis, bacteras probióticas o aceite esencial de clavo actúan como un potente antiséptico urinario.
Retención de líquidos
Agregar un pellizco de brezo a las infusiones que tomes es una buena forma de potenciar su acción diurética. Si buscas algo para el exceso de volumen, toma brezo combiando a partes iguales con ortosifón.
Piernas pesadas
Para aliviar los tobillos hinchados y sentir las piernas más ligeras, combina el brezo con plantas que reactiven la circulación de retorno: rusco, hamamelis, ginkgo,etc..
Cálculos renales
Cuando se asocia al rompepiedras, se consigue un preparado natural que ayuda a prevenir y a expulsar los pequeños sedimentos que se acumulan en el tracto urinario.
Gota
Su toma habitual también ayuda a eliminar los excesos de ácido úrico, lo que ayuda a prevenir los ataques de gota.
Hipertensión
Con el espino blanco o con hojas de olivo ayuda a bajar los niveles de tensión arterial alta.
Diarrea
En infusión, con malva y tomillo ayuda a regular el
Entender el cuerpo no solo permite conocer sus necesidades sino que
abre la puerta a un espacio interno en el que es posible hallarse a uno
mismo.
Cuando a comunicación con él falla, nuestra salud física y emocional se resiente.
Nuestro cuerpo posee secretos que nos ayudan a estar presentes en la
vida, a pasar por ella dejando las huellas de un camino en el que se
encuentran la salud, el sosiego, la libertad de movimientos y, en
definitiva, la capacidad de vivir y de amar. Para descubrirlos y conocerlos es necesario establecer un diálogo con el cuerpo.
Lo primero que precisa este acercarse es lo que requiere cualquier
conversación: atención. Se trata de escuchar no solo las señales que
envía el cuerpo, sino de dedicar un tiempo mínimo a conocerlo, aprender y recibir su apoyo, porque esta escucha nos ayudará cuando estemos en otro quehacer.
El cuerpo es así de agradecido: lo reconocemos y comprendemos, y él continúa solo su labor activando sus mecanismos para auxiliarnos, aunque nuestra conciencia esté ya en otra cosa.
"La escucha atenta no solo vale la pena, sino que es esencial"
No hay nada más eficaz para conectar con el cuerpo,
mostrarle respeto y ganar bienestar que escucharlo. Incluso a veces se
resuelven problemas que experimentábamos y que solo demandaban atención.
En cualquier caso, escuchar no solo vale la pena, sino que es esencial. Pero hacerlo puede ser tan difícil como resolver problemas.
¿Cuál es la mejor manera de escuchar?
Primero, concentrándose solo en el cuerpo y, si esto resultara arduo, aceptando los pensamientos que nos distraen para despedirlos amablemente y seguir escuchando.
Segundo, haciendo balance de lo que se escucha, aunque sea poco.
Y tercero, explorando con amor, con los sentimientos y pensamientos de los que nuestro cuerpo también está compuesto.
Entonces aparecerán los anhelos
que laten en su profundidad, y asomarán a nuestros sentidos sabores,
aromas, texturas, sonidos y espacios. No hay que demostrar nada sino
saber qué está pasando. También hay que recordar que escuchar no es juzgar; en la escucha no hay que emprender ninguna acción ni tomar decisiones.
Esa escucha hay que alimentarla, además, con paciencia y amor. Se persigue un objetivo, pero se intenta disfrutar y no perder de vista el camino.
Conectar con la tierra
Para empezar, acompañamos al cuerpo en
aquello que le es esencial, sin lo cual no podríamos vivir. El ser
humano puede pasar varias semanas sin comer y algunos días sin beber,
pero solo unos minutos sin respirar. La respiración es esencial, nos une a la vida y, cuando cesa, nos separa de ella.
Sin embargo, el cuerpo posee una segunda relación esencial
tan importante como la primera, que nace y desaparece con
nosotros:necesitamos una superficie a la que dar el peso, en la que
podamos relacionarnos con la tierra. Si se toma a un bebé en brazos y se
alza en volandas para recogerlo enseguida, el bebé o bien ríe o llora,
pero no se queda indiferente.
Todos tenemos un sentido innato para saber cuándo nos falta una superficie donde apoyarnos.
Relacionarnos con ella es otra manera de adentrarse en nuestra esencia,
de expandirla y percibirla, e invita a relacionarse mejor con el
entorno.
Percibir la respiración
Al escuchar la respiración hay que procurar no influir en ella:
queremos acercarnos a la respiración como nos acercamos a un niño que
juega absorto y al que no deseamos distraer. Si la juzgamos,
intentaremos manipularla y esa manipulación nunca será satisfactoria.
Prueba este ejercicio para tomar conciencia de la respiración:
Intenta percibir la respiración en la parte anterior del torso, después en la posterior y en los costados.
Observa que hay partes del tronco que se mueven y se sienten invitadas a respirar y otras que no, y que las primeras conforman un espacio.
Con una mano dibuja ese espacio,
que puede tener forma de círculo, pera, cono, cilindro, gota de agua…
Son muchas las formas posibles, según la posición que tengamos, lo que
hayamos realizado, nuestras emociones, etc.
La respiración es cambiante y adaptable.
Crear espacio interno
Tras una primera escucha, pasamos a tomar la iniciativa, a expandir el espacio respiratorio y darle libertad y silencio, recordando que allí donde se pone la atención fluye la
La Zaragatona es una planta limpiadora del intestino por ser una excelente fuente de fibra y un buen remedio contra el estreñimiento.
Sobrepeso
La zaragatoa está indicada cuando se desea adelgazar, ya que si se toma antes de las comidas proporciona sensacción de saciedad y evita comer en exceso.
Colesterol a raya
En ensayos clinicos se ha comprobado que esta planta disminuye la absorción intestinal del colesterol y reduce los niveles de colesterol malo y colesterol total. Parece ser que al mismo tiempo aumentaría el bueno.
Retención de líquidos
La Zaragatona también tiene propiedades diuréticas y depurativas, que facilita la eliminación de toxinas a través de la orina y la hacen recomendable para prevenir, por ejemplo, la cistitis. Para este mismo fin, también puedes tomarla en infusión mezclada con poleo.
Problemas digestivos
Está indicada en diversos trastornos digestivos como la acidez de estómago o el síndrome del colon irritable.
Salud intestinal
Las semillas de zaragatona son muy ricas en mucílagos y, en contacto con el agua, se hinchan y forman un
Cómo eliminar las toxinas del cerebro y del cuerpo
Jamás en el transcurso de la historia de la humanidad habíamos estado expuestos a tantas sustancias venenosas. Entre estas sustancias podemos citar los metales pesados, como el mercurio, el aluminio, el cobre, el plomo, el níquel y el cadmio; la polución del aire; los fármacos; las sustancias químicas de nanotecnología que se pulverizan sobre prácticamente todos los productos que se fabrican; los pesticidas, herbicidas y fungicidas; los plásticos; los limpiadores industriales; el petróleo; las dioxinas de los mares y océanos, y miles de sustancias químicas nuevas que se introducen en nuestro entorno cada año.
Estos venenos saturan nuestras reservas de agua y nos llueven del cielo. La mayoría de estas sustancias son tan nuevas que van a pasar décadas antes de que la ciencia reconozca lo peligrosas que son para la salud. Y estos riesgos solo se podrán descubrir si la financiación y el sentido común avanzan en el mismo sentido, lo que es bastante poco probable. La estrategia que siguen la mayoría de las empresas es poner sus productos en el mercado lo antes posible e ir viendo la manera de hacer frente a las consecuencias sobre la marcha. La mayor parte de la gente pasa prácticamente toda su vida albergando toxinas enterradas en lo más profundo de su organismo. Estos venenos antiguos son los más peligrosos.
Los metales pesados tóxicos, por ejemplo, puede oxidarse con el paso del tiempo y matar las células que los rodean. Las toxinas presentan muchos riesgos. Envenenan directamente el cuerpo y dañan el cerebro, el hígado, el sistema nervioso central y otras zonas vitales. Debilitan el sistema inmunitario y te hacen vulnerable a las enfermedades. Y lo peor de todo es que pueden atraer y alimentar cánceres, virus, bacterias y otros organismos invasores capaces de desencadenar una enfermedad grave. De hecho, estas toxinas son los desencadenantes fundamentales de las epidemias actuales de cáncer y muchas otras enfermedades, como el alzhéimer. En este capítulo vamos a identificar las toxinas y veremos qué debemos hacer para evitarlas y no estar constantemente acumulándolas.
Al vivir en este mundo, es imposible mantenerse alejado de todo aquello que puede resultarnos perjudicial, por lo que nos vamos a centrar en minimizar lo más posible nuestra exposición a estas sustancias. También veremos cómo se pueden eliminar las toxinas que ya están presentes en nuestro organismo para así protegernos de posibles enfermedades y ayudar al sistema inmunitario a recuperar y apoyar a todo el cuerpo. Tenemos en todo momento la posibilidad de dar la vuelta a la situación.
Las próximas páginas te van a permitir asumir el control de tu bienestar y, con ello, asegurarte muchos años de salud por delante.
Mercurio
Durante dos mil quinientos años, el hombre intentó demostrar que el mercurio era la fuente de la juventud. Se consideró el remedio supremo para todas las enfermedades, el secreto para poder vivir eternamente y la fuente de la eterna sabiduría. En la antigua medicina china, el mercurio era tan venerado que fueron innumerables los emperadores que murieron por tomar elixires a base de este metal que, según los sanadores, iban a acabar con todos sus problemas... y podríamos decir que así fue, si analizamos la situación desde un punto de vista un tanto macabro. Pero el mercurio no se consideraba una medicina fantástica solo en el extremo oriental de Asia. En toda Europa eran famosos los elixires de mercurio y también en el Nuevo Mundo causaban furor las pócimas a base de este metal. En el siglo XIX hubo una época en la que salieron muchos médicos de las facultades de Medicina de EE. UU. e Inglaterra en las que el protocolo principal que se enseñaba a los alumnos era administrar un vaso de agua con mercurio a cualquier paciente que estuviera enfermo, con independencia de su edad, sexo o síntomas. Este «tratamiento» era especialmente común para provocar abortos y para tratar lo que se conocía como «histeria femenina», es decir, el hecho de que una mujer se atreviese a alzar la voz y decir lo que pensaba. El siglo XIX no era exactamente la Edad de Piedra. Ya se había comprobado que el mercurio era una toxina peligrosa que destruía la vida de todo aquel que jugara con él, que lo consumiera o, incluso, que lo tocara.
Desde muchos siglos atrás ya existía evidencia de que millones de personas habían muerto como consecuencia de la exposición al mercurio. Por eso nos preguntamos por qué se seguía utilizando con tanta frecuencia. Uno de los motivos era el gran demonio industrial que se escondía tras él. Ese factor bastaba, por sí solo, para propagar la tendencia a utilizarlo como curalotodo. Recuerda que las tendencias en cuestiones de salud jamás se establecen porque sean efectivas.
El movimiento en favor del mercurio tropezó con un bache a mediados del siglo XIX. En esa época, los médicos resultaban más accesibles para las personas de todos los estratos sociales que lo que lo habían sido a lo largo de la historia..., lo que en principio se consideró algo bueno. Sin embargo, como cada vez acudía más gente a visitar a estos nuevos licenciados, los observadores comprobaron que también aumentaba la cantidad de pacientes que acababan sufriendo temblores incontrolables, fiebres, locura, ira, tics nerviosos, convulsiones y dificultades para hablar. Quedó patente que una visita al doctor podía acabar dando lugar a un envenenamiento. Por ejemplo, supongamos que una esposa y madre de cinco hijos envía a su marido al médico para que le alivie la gota. Pero el marido vuelve a casa delirando, cantando cancioncillas infantiles a voz en grito y con temblores en los ojos. Una sola experiencia así bastaba para que la familia no volviera a acudir al médico. Como fueron muchos los que vivieron o presenciaron situaciones semejantes, se produjo un periodo de veinticinco años en los que las consultas médicas quedaron vacías. La gente prefería asumir el riesgo que pudiera suponer la dolencia que les afligía; sabían que una visita al médico les iba a conceder menos posibilidades de sobrevivir. Las facultades de Medicina sufrieron un descalabro histórico en sus ingresos.
Este fue exactamente el respiro que necesitaron los terapeutas y sanadores naturales para obtener algo de credibilidad. Durante este breve periodo de tiempo, las formas primitivas de homeopatía, tratamientos quiroprácticos y otras variedades de medicina alternativa vivieron una explosión de popularidad. Al final, los médicos se dieron cuenta de lo que estaba pasando
Cómo hacer el masaje con rodillo facial, y con qué piedras, para que funcione
Los masajes faciales
son tan importantes como un buen tratamiento para mejorar la firmeza y
apariencia de la piel; de hecho, de ellos depende en buena medida la
eficacia de la cosmética que utilicemos, porque además de mejorar el drenaje linfático favorecen que la piel asimile los principios activo, la yema de los dedos ejerce un efecto relajante, pero multiplican los efectos de los masajes manuales el rodillo de piedras preciosas, de metal o las piedras de masaje.
Los rodillos faciales
son la última gran tentación, la forma fácil de conseguir en casa y en
apenas unos minutos un buen masaje sin ser una profesional en el asunto.
Y por eso también son uno de los pocos secretos de belleza confesables
de muchas celebs; entre otras, Meghan Markle, las actrices Liv Tyler y Vanessa Hudgens y las modelos Cindy Crawford y Ashley Graham han hecho público que lo usan.
Pero ¿funcionan de verdad?, preguntamos al doctor Pablo Umbert, un prestigioso dermatólogo afincado en Barcelona.
"No solo la espalda necesita un masaje de vez en cuando para aliviar
tensiones y estar en plena forma; la estimulación de los músculos y la
piel del rostro es muy importante para que presente un aspecto más
saludable", responde, con un masaje facial "la apariencia de la piel
mejora considerablemente, es en una poderosa arma anti-edad".
Beneficios del masaje facial
MEJORA LA CIRCULACIÓN SANGUÍNEA: hará que tu piel se vea más viva que nunca, libera tensión del rostro, y ayuda a reducir la oscuridad de las ojeras, los
nutrientes y el oxígeno se transportan mejor por toda la piel, lo que
contribuye a que el rostro se vea más sano, brillante y terso.
REDUCE ARRUGAS Y LÍNEAS DE EXPRESIÓN: mejora la elasticidad de la piel, así que ayuda a la atenuación de estos signos de la edad.
DRENAJE LINFÁTICO: reduce la hinchazón al librar de la retención de líquidos y elimina toxinas.
RELAJA:
no solo el masaje te relajará, sino que el contraste de la piedra fría
contra la piel hará que el efecto sea inmediato. También alivia cuando
tienes dolor de cabeza o has bebido una copita de más la noche anterior.
Cómo utilizar bien el rodillo facial
El primer requisito es comenzar con la piel perfectamente limpia. Después, antes de utilizar el rodillo, se aplica el producto
En el libro de Anthony William Medico Medium (Cuarta parte CLAVES PARA ALCANZAR LA CURACIÓN) aparecen unos consejos muy fáciles de seguir con un poco de disciplina conseguirás que desaparezcan tus problemas digestivos: el estreñimiento, síndrome del intestino poroso, la mala digestión, los reflujos
gástricos, las infecciones intestinales, el síndrome del colon
irritable, los espasmos gástricos, la gastritis y el dolor de estómago entre otros.
La salud del tracto gastrointestinal
Nadie sabe realmente qué es lo que sucede con los alimentos cuando entran en el estómago. El aparato digestivo es algo milagroso y extraordinario que abarca mucho más que lo que los seres humanos somos capaces de percibir y que sigue constituyendo un gran misterio incluso para las personas que poseen conocimientos médicos de algunas de sus funciones. Todo el mundo sabe que mordemos la comida, la masticamos, la tragamos, que entra en el tracto gastrointestinal, que de un modo u otro se descompone y que la excretamos. Sabemos que así es como el cuerpo obtiene los nutrientes que necesita. Y también sabemos que a veces el proceso no funciona todo lo bien que debería y que nos empieza a doler el estómago, sufrimos molestias intestinales o, incluso, nos sucede algo peor. El simple hecho de que la ciencia médica haya descubierto las enzimas digestivas no significa que comprenda bien el proceso de la digestión. No significa que conozca la diferencia entre Jack el Destripador y Santa Claus en lo que respecta a las cosas que comemos y a cómo las procesa nuestro organismo. La digestión es la parte menos fundamentada del estudio de la fisiología humana. Aunque pretendemos que es algo claro y sencillo y que la ciencia ha desentrañado todos sus misterios, lo cierto es que sigue siendo la parte más enigmática del funcionamiento de nuestro organismo. En otros tipos de enfermedades, lo más probable es que, dentro de unas décadas, los investigadores hayan hecho grandes descubrimientos relacionados con la información contenida en este libro, pero la salud digestiva es una historia completamente distinta. Es posible que las comunidades médicas de este planeta no lleguen jamás a averiguar sus mecanismos secretos..., y por eso este capítulo es crucial.
El tracto gastrointestinal es uno de los cimientos fundamentales de la salud. Por eso, su cuidado es el punto perfecto para empezar la curación del organismo de dentro afuera. El tracto gastrointestinal incluye el estómago, el intestino delgado, el intestino grueso (en el que se encuentra el colon), el hígado y la vesícula biliar. Gracias a estos órganos, los seres humanos podemos absorber los nutrientes de los alimentos que ingerimos, expulsar correctamente los desechos y las toxinas y asegurar la fortaleza del sistema inmunitario. Pero su importancia capital no se reduce solo a estas funciones cotidianas, sino que posee también una fuerza vital propia.
Los alimentos no se digieren solo mediante el proceso físico de la descomposición (un proceso que los estudios científicos no han descifrado aún del todo); la digestión implica también una serie de factores espirituales y metafísicos esenciales. Por eso los seres iluminados del planeta emplean una serie de técnicas específicas para comer, tales como masticar de forma lenta y exhaustiva, comer con plena consciencia de lo que están haciendo, rezar antes, durante o después de las comidas, y hacer que la comida y el que la come sean una misma cosa. Imagina un río que fluyera por el interior del colon. En lo más profundo del cauce (el revestimiento del colon), miles de cepas de bacterias y microorganismos distintos mantienen un equilibrio homeostático para que el agua no se vuelva tóxica (es decir, para que el tracto gastrointestinal no se vuelva séptico y venenoso). Así como un río tiene espíritu, el tracto gastrointestinal alberga gran parte del espíritu humano. Este espíritu es tu propia esencia del yo, tu voluntad y tu intuición. ¿Alguna vez has oído las expresiones «instinto visceral», «reacción visceral» o «sentimiento visceral»? En ocasiones decimos de una persona que «no tiene entrañas» o que es «entrañable». Existen muchas frases hechas en las que se hace referencia a las vísceras y las entrañas, y esto se debe a que, en algún nivel no consciente, comprendemos el papel fundamental que desempeñan en nuestra vida, muy por encima de la parte meramente física.
Somos conscientes de que constituyen una parte del fundamento esencial de aquello que somos emocional e intuitivamente. El tracto gastrointestinal es el lugar donde reside nuestra fuerza. Tiene poros emocionales y por eso las emociones son capaces de controlar la cantidad de bacterias buenas y malas que consiguen prosperar en él. Una mala salud gastrointestinal puede entorpecer enormemente la intuición. Las personas son como las manzanas. Una manzana puede estar brillante y preciosa por fuera pero tener el corazón podrido. Eso es lo que sucede cuando en el tracto gastrointestinal de una persona se están incubando millones de bacterias dañinas. Es posible que esta persona tenga un carácter inmoral, pero jamás lo adivinarías por su apariencia. También puede haber una manzana que muestre imperfecciones por fuera pero que tenga el corazón más íntegro y saludable que pueda existir. Esa persona tan amable, más buena que el pan, puede no tener un rostro alegre y sereno; es posible que no vista a la moda ni resulte muy divertida superficialmente, pero tendrá un aparato digestivo repleto de bacterias beneficiosas. Los seres humanos tenemos entre 75 y 125 billones de bacterias en el tracto digestivo. Esta circunstancia abre la puerta a todo tipo de infecciones producidas por bacterias tóxicas e improductivas, microbios, mohos, levaduras, hongos, micotoxinas y virus. Si no se tratan correctamente, estos patógenos pueden alterar y bloquear nuestros instintos naturales y crear un campo de cultivo perfecto para una variedad ilimitada de enfermedades..., a menos que nuestro tracto digestivo disponga de bacterias beneficiosas suficientes para equilibrar esos microorganismos y contrarrestar sus efectos.
Este capítulo abarca los trastornos más frecuentes de nuestro tracto gastrointestinal, entre los que se incluyen el síndrome del intestino poroso, la mala digestión, los reflujos gástricos, las infecciones intestinales, el síndrome del colon irritable, los espasmos gástricos, la gastritis y el dolor de estómago o de las zonas circundantes. Aporta acerca de estas dolencias una información esencial que supera con mucho todo lo que las comunidades médicas conocen hasta la fecha. Desmiente también numerosos «remedios» ineficaces para la salud gastrointestinal — unos remedios que se han puesto de moda y que han marcado tendencia— e indica una serie de medidas sencillas que puedes tomar para curar de verdad tu aparato digestivo y recuperar la salud.
Comprender el síndrome del intestino poroso
El síndrome del intestino poroso, también conocido como permeabilidad intestinal, es una de las dolencias más enigmáticas a las que se enfrenta la medicina actual. Los nombres mismos resultan desconcertantes; son unos términos que cada comunidad médica utiliza para describir un trastorno y una teoría diferente. En líneas generales, el síndrome del intestino poroso se puede contemplar bajo tres prismas diferentes. Veamos el primero de ellos: el enfoque de la comunidad médica convencional. La mayoría de los médicos y cirujanos convencionales utilizan la expresión «intestino poroso» para referirse a una enfermedad intestinal que provoca una perforación en el revestimiento del tracto intestinal o del estómago y, con ello, infecciones graves en la sangre, fiebre muy elevada y sepsis. En eso tienen razón. El verdadero intestino poroso es una dolencia muy grave que provoca dolores terribles. El intestino poroso puede deberse a la existencia de úlceras en las capas más profundas de la pared del estómago. También puede ser el resultado de una infección bacteriana por E. coli —que provoca la aparición de una especie de bolsas en el revestimiento del tracto intestinal— o por bacterias multirresistentes como C. difficile, que da lugar a un megacolon. Otras posibles causas son las hemorragias, los abscesos y la diverticulosis. El nombre de «intestino poroso» se aplica cuando una de estas causas ocasiona, en el revestimiento del tracto gastrointestinal, una perforación que permite la salida de organismos patógenos hacia el torrente sanguíneo. También puede producirse un síndrome del intestino poroso cuando se perfora el colon durante una colonoscopia (he tenido clientes que han acudido a mí después de haber pasado largas temporadas hospitalizados por esta razón). Sea cual sea la causa, el verdadero intestino poroso da lugar a unos síntomas muy graves. El segundo enfoque es el alternativo, integrativo y naturópata. Estas comunidades médicas utilizan el término «intestino poroso» para describir una dolencia en la cual unos hongos —como la cándida— o unas bacterias improductivas horadan agujeros diminutos en el revestimiento del intestino y permiten que unas cantidades mínimas de toxinas se filtren directamente a la sangre y den lugar a multitud de síntomas. Esta teoría requiere ciertos ajustes. Si bien es cierto que un entorno intestinal tóxico en el que estén presentes bacterias y hongos improductivos puede dañar enormemente la salud, referirse a esta situación como intestino poroso resulta engañoso. Si estos patógenos estuvieran realmente abriéndose paso a través del revestimiento gastrointestinal, por muy pequeño que fuera su número, provocarían síntomas graves como fiebre elevada, infección en la sangre, un tremendo dolor o sepsis. La expresión «intestino poroso» solo debería emplearse para describir la perforación de las paredes del tracto gastrointestinal. Entonces, ¿por qué los terapeutas alternativos están diciendo a decenas de miles de personas que acuden a ellos con síntomas de fatiga, dolores, estreñimiento, malestar digestivo y reflujo gástrico que tienen el intestino poroso o permeabilidad intestinal? El motivo es que estas personas sufren ciertamente una dolencia real, pero, ante ella, este latiguillo es la mejor teoría que estos terapeutas pueden ofrecer. En el mundo de la medicina convencional, millones de pacientes reciben diagnósticos como síndrome del intestino irritable, celiaquía, enfermedad de Crohn, gastroparesis o gastritis para etiquetar este tipo de síntomas..., aunque su dolencia siga siendo un misterio. En otros casos, experimentan los mismos síntomas gastrointestinales pero no reciben ningún diagnóstico. Pero sí existe una explicación para estos problemas misteriosos del tracto gastrointestinal, y no es la del auténtico intestino poroso. Yo la denomino permeabilidad al amoniaco, y es el tercer enfoque del problema. Permeabilidad al amoniaco Por favor, no confundas la permeabilidad al amoniaco con otra expresión que últimamente se ha puesto muy de moda: permeabilidad intestinal. La permeabilidad intestinal no es más que un nombre nuevo, utilizado para dar impresión de progreso, de la vieja teoría del intestino poroso. La permeabilidad al amoniaco es algo real. Para entender lo que significa, primero debes conocer una serie de datos acerca del modo en que tu cuerpo procesa los alimentos. Cuando comes, los alimentos bajan rápidamente al estómago para ser digeridos (si estás masticando lo suficientemente despacio como para que la saliva se mezcle bien con los alimentos, la digestión empieza en la boca). Cuando se trata de alimentos muy proteicos, como la carne, los frutos secos, las semillas y las legumbres, la digestión en el estómago se realiza en gran medida gracias a la acción conjunta del ácido clorhídrico y las enzimas, que descomponen las proteínas en sustancias más simples que más tarde pueden ser digeridas y asimiladas por los intestinos. Es un proceso relativamente sencillo, siempre y cuando el estómago tenga unos niveles normales de ácido clorhídrico. Sin embargo, si el nivel de ácido clorhídrico disminuye, los alimentos no se digieren suficientemente bien en el estómago. Esta circunstancia es muy común cuando comemos sometidos a estrés o presión. Cuando las proteínas alcanzan el intestino, no están suficientemente descompuestas para que las células puedan acceder a los nutrientes, por lo que los alimentos se quedan en el intestino y se pudren. Es lo que se denomina podredumbre intestinal, una putrefacción que genera gas amoniacal y que puede dar lugar a hinchazón, molestias digestivas y deshidratación crónica, o, en algunos casos, no provocar ningún síntoma. Esto es solo el comienzo. En algunas personas, el ácido clorhídrico bueno disminuye y los ácidos perjudiciales ocupan su lugar. Una persona puede vivir con este problema durante muchos años y no ser consciente de ello. Sin embargo, llega un momento en que los ácidos perjudiciales ascienden por el esófago (si sufres reflujo gástrico, estos ácidos son los que lo están provocando, no el ácido clorhídrico del estómago. Es una equivocación muy común; el mundo médico considera que todos los ácidos estomacales e intestinales son iguales). Otro problema relacionado con el anterior es la generación de mucosidad en el tracto gastrointestinal para protegerlo contra estos ácidos perjudiciales. Si observas que te asciende una gran cantidad de moco hacia la garganta sin razón aparente, probablemente será señal de que el tracto gastrointestinal está haciendo un gran esfuerzo para evitar que los ácidos perjudiciales se «coman» el revestimiento del estómago y del esófago. Esta mucosidad puede bajar también por el tracto intestinal e impedir la absorción correcta de los nutrientes. Pero volvamos al gas amoniacal.
Este es el dato clave: cuando los alimentos se descomponen en el tracto gastrointestinal, producen amoniaco, un gas tóxico capaz de salir flotando de tus intestinos, como si fuese un fantasma, y penetrar directamente en el torrente sanguíneo. Es lo que se denomina permeabilidad al amoniaco. El gas amoniacal es el causante de la mayoría de los trastornos asociados con el síndrome del intestino poroso. No tiene nada que ver con infecciones ni perforaciones del intestino delgado ni del colon. Y tampoco es que la cándida esté expulsando toxinas a través de las paredes intestinales. Existen millones de personas que padecen problemas digestivos achacables directamente a la permeabilidad al amoniaco. Como ya he dicho, lo que muchos médicos alternativos diagnostican como síndrome del intestino poroso no tiene nada que ver con agujeros ni otras imperfecciones del intestino; no tiene nada que ver con la filtración de ácidos ni bacterias. Es más bien el gas amoniacal de los intestinos el que está pasando al torrente sanguíneo..., que, a su vez, lo distribuye por todo el cuerpo. Además de los síntomas gastrointestinales que he mencionado anteriormente, la permeabilidad al amoniaco puede producir malestar, fatiga, problemas de la piel, sueño inquieto, ansiedad y muchos otros síntomas. En este punto, es muy posible que te plantees la siguiente pregunta: si todo esto sucede porque el nivel de ácido clorhídrico en el estómago es demasiado bajo, ¿qué es lo que ha originado esta carencia? La respuesta es muy simple: la causa principal de la deficiencia de ácido clorhídrico es la adrenalina. Lo que todavía no se sabe es que existe más de un tipo de adrenalina. Las glándulas suprarrenales producen cincuenta y seis mezclas diferentes en respuesta a distintas emociones y situaciones. Las que están asociadas con sentimientos negativos como el miedo, la ansiedad, la ira, el odio, la culpa, la vergüenza, la depresión y el estrés pueden dañar gravemente distintas zonas del cuerpo..., incluida la producción de ácido clorhídrico. Por tanto, la amargura o el estrés crónicos pueden bastar para descomponer poco a poco el ácido clorhídrico y tu capacidad para digerir correctamente los alimentos. Los distintos niveles de estrés y las emociones que experimentamos en nuestra vida cotidiana pueden entorpecer a las bacterias beneficiosas y dar lugar al crecimiento de bacterias perjudiciales.
Y otro elemento que con frecuencia provoca grandes daños en el ácido clorhídrico del estómago son los fármacos. Los antibióticos, los inmunosupresores, los antimicóticos, las anfetaminas y muchos otros medicamentos a los que nuestros organismos no se han adaptado pueden trastornar el equilibrio químico del estómago. El ácido clorhídrico puede resultar fácilmente dañado si comes una cantidad excesiva de cualquier tipo de proteínas, ya sean carnes, frutos secos, semillas o legumbres (si tu fuente de proteínas son las verduras de hoja, los brotes germinados o cualquier otra verdura, el efecto no es el mismo). Consumir grandes cantidades de alimentos que mezclen grasas y azúcares (como el queso, la leche entera, las tartas, las galletas y los helados) puede producir el mismo efecto dañino. Estas dos categorías de alimentos exigen un trabajo digestivo mucho mayor que las frutas y las verduras, y suponen un gran esfuerzo para el tracto gastrointestinal. Con el tiempo, este esfuerzo puede acabar «agotando» el ácido clorhídrico del estómago y debilitando las enzimas digestivas. Si haces unas comidas muy proteicas (por ejemplo, pollo, pescado o carne) y experimentas síntomas de falta de ácido clorhídrico —como hinchazón, molestias estomacales, estreñimiento, letargo o fatiga—, disminuye tu consumo de proteínas animales y limítalo a una ración al día. Pero no todo son malas noticias. La parte buena es que es posible recuperar el ácido clorhídrico y fortalecer las enzimas gracias a una hierba milagrosa que se vende en todas partes.
Recuperación del ácido clorhídrico
La forma de corregir la permeabilidad al amoniaco (que, como ya hemos visto, muchas veces se confunde con el síndrome del intestino poroso o permeabilidad intestinal) y el primer paso para tratar prácticamente cualquier otro problema de salud gastrointestinal es recuperar la producción estomacal de ácido clorhídrico y fortalecer el aparato digestivo. Existe una forma sorprendentemente sencilla y eficaz de hacerlo: todos los días, y con el estómago vacío, debes tomar un vaso de 470 mililitros de zumo de apio fresco. Quizá no sea la respuesta que estabas esperando. Podría parecer que es imposible que el zumo de apio resulte tan beneficioso. Pero tómatelo muy en serio. Es una de las maneras más eficaces, si no la más eficaz, de restaurar la salud digestiva. Es así de poderoso. Y ten en cuenta que, aunque hoy en día existen muchas mezclas de zumos fantásticos para la salud, tienes que tomar el zumo de apio solo si lo que pretendes es recuperar la función digestiva. No permitas que la sencillez del remedio te confunda. Imagina que te ponen un examen de diez páginas sobre un aspecto concreto de la vida diaria en un periodo histórico específico. Si haces un repaso general de la época pero solo escribes dos líneas sobre ese aspecto concreto de la vida cotidiana, a la profesora no le van a impresionar los datos extra que has incluido. Más bien se preguntará por qué no profundizaste en el tema que te había puesto. Así es como se siente tu estómago cuando está intentando reconstituir el ácido clorhídrico. Una mezcla de zumo con veinte ingredientes diferentes, de los cuales solo uno es apio, será una distracción. En ocasiones, lo más sencillo es lo mejor. El estómago necesita zumo de apio, y solo zumo de apio, para poder emprender una reparación a fondo. Es un método secreto capaz de cambiar la vida de una persona que sufre trastornos gastrointestinales.
Así es como debes hacerlo: Por la mañana, mientras tienes todavía el estómago vacío (o, si lo vas a hacer más tarde, deja pasar al menos dos horas desde la última comida para que el estómago vuelva a estar relativamente limpio otra vez), lava un manojo de apio fresco. Cualquier otra cosa que haya en tu estómago entorpecerá los efectos del apio. Licúa el apio, sólo apio sin nada más. No añadas nada más, pues cualquier otro ingrediente entorpecería la acción del apio. Bebe el zumo
La mandíbula es una zona del cuerpo que refleja a menudo el estado de estrés de la persona y tiende a acumular tensión y rigidez. Una de las manifestaciones más frecuentes de ello es el bruxismo, un trastorno que afecta a un 70 % de los españoles y se caracteriza por apretar la mandívula de forma inconsciente sobre todo durante la noche. Esto produce un desgaste en los dientes, pero tambiés inflamación en la zona, molestias al abrir la boca, en el oído, dolores en el cuello, contracturas y cefaleas.
Combatir el bruxismo. El dentista puede recomendar la utilización de una férula de descarga. Se trata de unas placas de silicona hechas a medida de cada persona que evitan esta comprensión involuntaria.
Limitar las bebidas excitantes. El consumo de cafeína puede aumentar la tensión del organismo y repercutir en la mandíbula. También es importante evitar la sobrecarga que implica para ésta masticar chicle.
Movilizar y relajar. Masajear la mandíbula regularmente ayudará a aflojar la musculatura de esta zona y a prevenir contracturas y dolores. Combina esta práctica con ejercicios para desbloquearla y mejorar su movilidad.
Francisco Javier Balmis, médico español que en el siglo XIX llevó la vacuna de la viruela al Nuevo Mundo para
luchar contra una enfermedad que solo en el siglo XVIII provocaba más
de 400.000 muertes al año en Europa, muchas más que el coronavirus covid-19.
Balmis nació en Alicante en 1753 y se formó en Medicina y Cirugía
el propio hospital militar de la ciudad. Tras completar sus estudios
cruzó el Atlántico por primera vez y llegó a ser el primer cirujano del
Hospital San Juan de Dios de la Ciudad de México.
Sin embargo, Balmis acabó volviendo a España y gracias a su fama alcanzó el puesto de médico personal de Carlos IV,
a quien llegó a persuadir para llevar la vacuna de la viruela –recién
descubierta- a todos los territorios con los que contaba la monarquía
española en 1803.
El rey, que había perdido a su propia hija por la enfermedad, accedió a financiar la expedición. Precisamente, Balmis estuvo en todo momento en el grupo que llevó la vacuna al 'Nuevo Mundo' y a otros territorios que por aquel entonces pertenecían a España.
Gracias a la voluntad de Balmis y de Carlos IV se inoculó la vacuna a
miles de personas en todo el mundo, atacándose así a una epidemia que,
como el coronavirus actual, había matado a miles de personas a lo largo del tiempo.
Al orfanato que Isabel Cendal regenta en La Coruña llega un día
Francisco Javier Balmis, reputado médico que ha sido designado por
Carlos IV para llevar a cabo la expedición que erradicará la viruela en
América del Sur. Balmis lleva consigo varios niños para portar la vacuna
y le propone a Isabel que le acompañe en el viaje, al que también se
suma José Salvany, un joven cirujano. Juntos emprenderán un largo
recorrido repleto de aventuras, logros y también sinsabores, que
cambiarán la vida de todos para siempre y les descubrirá nuevos
territorios geográficos y emocionales.. para saber la historia completa en este libro.
La primera misión humanitaria de la historia
Expedición Balmis: los niños que llevaron la vacuna de la viruela a América
Entre 1803 y 1806, la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna extendió la vacuna antivariólica por América y Asia.
Aunque hoy en día muy pocos ponen en duda la eficacia de las vacunas, cuando en 1796 el médico inglés Edward Jenner demostró la eficacia de su vacuna contra la viruela
no todo el mundo científico acogió el avance con entusiasmo. Entre los
defensores más fervientes del revolucionario método se encontró desde el
primer momento el médico español Francisco Javier Balmis Berenguer. Su entusiasmo le llevó a encabezar la que puede considerarse primera misión humanitaria de la historia, que entre 1803 y 1806 llevó la vacuna de Jenner hasta América y Asia.
Francisco Javier Balmis en un grabado del siglo XIX.
En el siglo XVIII, la viruela se había convertido en la pandemia más mortífera que azotaba a la
Las plantas de doble efecto, calmante y antiinflamatorio, te ayudarán con el dolor por la inflamación de las articulaciones, los músculos o los nervios que rodean las vértebras lumbares.
Árnica y romero, alivio instantáneo
Masajear la zona baja de la espalda con una loción a base de árnica alivia todoctipo de dolores, ya sean por una articulación o por un exceso de tensión muscular. En caso dde sufrir un trastorno degenerativo, como la artrosis, elige un preparado que también esté formulado con romero y lavanda.
Enebro, en caso de sobrecarga muscular
Los frutos, las hojas, y la corteza de este arbusto ejercen una potente acción antiinflamatoria y analgésica. Si el dolor se debe a un sobreesfuerzo muscular, el enebro te irá bien, ya que también actúa como un excelente relajante muscular. Para ello, hierve 30 gramos en un litro de agua durante 10 minutos. En frío se emplea en dolores en los que hay hinchazón para desinflamar la zona y, en caliente, relaja los músculos tensos o contracturados.
¿Empeora con la humedad? utiliza el sauce
Si nada más aparecer el dolor tomas una infusión de sauce, notarás mejoría. Esta planta es rica en salicilatos (ácido salicílico), un activo que frena la producción de las sustancias que provocan la inflamación. Este preparado herbal - hierve una cucharadita de sauce en el contenido de un vaso de agua - es especialmente válido en casos de estrés emocional y en procesos reumáticos que empeoran en otoño, debido a la humedad. Evita este preparado si eres alérgico a la aspirina.
Si el dolor se hace crónico, harpagofito
Las cápsulas y los comprimidos de esta planta - en solitario o asociados al jengibre, a la cúrcuma, etc. - son muy aconsejables en la recuperación de traumatismos de evolución lenta, cuando hay un exceso de tensión por malas posturas y en el tratamiento de la artrosis lumbar. Tiene un efecto comparable a los fármacos antiinflamatorios no esteroideos, medicamentos con los que se puede combinar en caso de necesidad.
Vitaminas del grupo B, con "b" de bienestar
Abusar del alcohol, de las comidas rápidas y de productos en conserva, harinas refinadas, alimentos procesados, dulces y bebidas ricas en cafeína puede provocar un déficit de vitaminas B. llllLas B1, B6 y B12, en conscreto, son muy recomendables en caso de ser propenso/a al dolor de espalda, particularmente cunado se combinan con la toma de antiinflamatorios.
Vitamina B1. Para que no te flate, trata de comer de forma regular - nuestro cuerpo es incapaz de almacenar las vitaminas del grupo B - pan integral o cereales del desayuno integrales, pipas, cacahuetes, semillas de sésamo, piñones, nueces, avellanas, legumbres y carne de cerdo o derivados (jamón curado de calidad, lomo ibérico, etc..). Sufrir hormigueos en los brazos o en las piernas es otro síntoma de carencia de esta vitamina.
Vitamina B6. Encontrarás esta otra vitamina en el pescado (tanto el azul, con el salmón en cabeza, como el blanco), el aguacate, el plátano y el arroz integral.
Vitamina B12. Este otro nutriente abunda en los moluscos (sobre todo en las almejas, las ostras y los mejillones), el huevo, la carne, el pescado y el queso.
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