viernes, 18 de septiembre de 2015

Prepárate para reforzar tu sistema inmunológico.

Reforzante licor medicinal de las Hermanas Clarisas de Almazán (Soria).


Monasterio de Santa Clara - Almazán (Soria) 

La fundación de nuestro Monasterio de Santa Clara se produjo en el S.XIII. Sin embargo, el primer documento escrito que delata la presencia de este convento es de 1295, cuando el Rey Fernando IV, el Emplazado, confirma todos los privilegios que disfrutaba la Comunidad. Durante el primer tercio del S.XVI cambió su ubicación, de extramuros a su emplazamiento actual.

En el S.XVII las religiosas tuvieron que afrontar dos voraces incendios que destruyeron casi totalmente el edificio. El primero ocurrió el 9 de diciembre de 1650 y el segundo tuvo lugar el 4 de enero de 1651. En 2 años se construyó un monasterio de nueva planta, gracias a la generosidad del Marqués de Almazán y a los fieles de la Villa. La Comunidad se instaló en el nuevo edificio el 10 de agosto de 1663.


Puerta del Conde de la Iglesia del Monasterio de Sta Clara

En el S.XIX la Desamortización de Mendizábal afectó notablemente al convento, perdiendo las monjas la mayoría de sus ingresos anuales. Sus bienes patrimoniales comenzaron a venderse en pública subasta a partir de 1838. Las hermanas vivieron años de una extrema pobreza subsistiendo gracias a la ayuda del pueblo de Almazán.
La Revolución de 1868 trajo nuevos vientos desamortizadores para las órdenes religiosas. Nuestras antepasadas subsistieron gracias al Ayuntamiento de la Villa.

El año 1885 el monasterio inauguró un Colegio de Primera Enseñanza que se cerró en 1926.
En 1902 las monjas tuvieron que abandonar el convento a causa de su estado ruinoso. Se construyó uno nuevo con el apoyo del Obispo de Sigüenza, Fray Toribio Minguella y Arnedo. El 1 de julio de 1904 la Comunidad ocupó el nuevo edificio.

Durante la Guerra Civil, las monjas fueron desalojadas del monasterio que pasó a ser cuartel de soldados italianos y posteriormente hospital.

Actualmente formamos la Comunidad 11 religiosas. Trabajamos en el lavado, arreglo y planchado de ropa de iglesia, en la elaboración de hostias y en la artesanía.



Uno de sus secretos culinarios que descubrimos aquí es el Reforzante Licor Medicinal


Un vasito pequeño de este licor por las mañanas hace milagros. Así las monjas de esa localidad tan fría evitan los catarros y las gripes durante el duro invierno.


Ingredientes:

6 huevos
1/2 kilo de azúcar
Zumo de varios limones (aproximadamente 2 kilos)
Coñac, brandy , vino tinto o quina (1 botella)


Elaboración:

En un recipiente de cristal se colocan los huevos con cáscara, bien limpios.

Se cubren con zumo de limón y se tienen así en la nevera tres ó cuatro días, teniendo en cuenta que si son pequeños en tres días ya estará la cáscara blanda, el limón ya habrá disuelto el calcio de la cáscara de huevo pasando al zumo de limón.

Se retiran los huevos, se abren con cuidado con un cuchillo de sierra y se baten bien los huevos con el azúcar o estevia (se utilizará menos cantidad para endulzar y es más sano) sin que pase ningún resto de cáscara, el recipiente tendrá algún resto del calcio de la cáscara que se tira.

Se cuela el líquido con un colador, mezclar con el licor y con ayuda de un embudo rellena la botella, siendo previsores tendremos preparada otra botella vacía para rellenarla también, o un frasco de cristal. Tapar las botellas por fuera con papel de periódico por ejemplo y dejar al sol y al sereno una novena, es decir nueve días.




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Fuente "La Cocina Monacal"

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