Puedes decidir que todos los días sean mágicos.
“Cuando te levantes por la mañana piensa en el privilegio que es estar vivo, pensar, disfrutar, amar.”
Marco Aurelio (121–180)
Emperador Romano
Emperador Romano
La forma más fácil y sencilla de garantizar que el día que tienes por delante estará llenó de magia es llenar tu mañana con gratitud. Cuando incorpores la gratitud en tu rutina matinal, sentirás y verás sus beneficios mágicos a lo largo del día.
Cada mañana está llena de oportunidades para dar gracias, y eso no te retrasa ni te exige tiempo extra, porque lo puedes hacer con naturalidad mientras vas realizando todas tus actividades.
Llenar tu mañana de gratitud tiene un beneficio añadido porque tus rutinas matinales son los momentos en que más puedes perjudicarte sin darte cuenta con pensamientos negativos. No hay lugar para pensamientos negativos perjudiciales cuando tu mente está concentrada en buscar razones para estar agradecido. Después de este ejercicio empezarás la jornada mucho más feliz y seguro de que el día que tienes por delante será estupendo; ¡y entonces verás la magia apareciendo ante tus propios ojos!
Hoy cuando te despiertes al nuevo día, antes de moverte, antes de hacer nada, di la palabra mágica, gracias. Di gracias por el hecho de estar vivo, y de que se te haya concedido un día más de vida. Tu vida es un
regalo, cada día es un regalo, y cuando piensas bien en ello, es inconcebible que nos levantemos por la mañana sin dar gracias por otro día más.
Si piensas que un día más no tiene nada de particular, ¡prueba entonces a perderte uno
!No importa lo dormido que estés, ni que haya sonado el despertador para ir a trabajar, ni que te hayas pasado el fin de semana durmiendo; en cuanto te despiertes, di la palabra mágica, gracias, por otro día más en tu vida.
Di gracias por la buena noche de sueño que has recibido. ¿Tienes la suerte de haber dormido en una cama con sábanas y almohada? ¡Gracias!
En cuanto pongas los pies en el suelo di gracias.
¿Tienes un cuarto de baño? ¡Gracias! ¿Puedes abrir el grifo y tener agua fría y caliente en el momento cada mañana? ¡Gracias! Piensa en todas las personas que cavan zanjas e instalan tuberías por todo el país, por toda la ciudad, por todas las calles hasta llegar a tu casa para que puedas abrir el grifo y tener una maravillosa agua limpia y caliente. ¡Gracias!
Cuando cojas el cepillo de dientes y el dentífrico, ¡gracias! Sin ellos, el inicio del día no sería tan agradable. Gracias por las toallas, el jabón, el espejo y todo lo que utilizas en el cuarto de baño que te ayuda a sentirte fresco, despierto y listo para empezar el día.
Cuando te vistes, piensa en lo afortunado que eres de tener ropa para elegir qué ponerte. ¡Gracias! Piensa en cuántas personas han trabajado para hacer todas las prendas de vestir que te pones y llevas en un día. Es probable que la ropa que te pones en un día proceda de muchos países del planeta. ¡Gracias a todos! ¿Tienes zapatos? ¡Eres un afortunado! Imagínate la vida sin ellos. ¡Gracias por los zapatos!
“Siempre me ha encantado la perspectiva de un nuevo día, un nuevo intento, un comienzo más, quizá con un poco de magia esperando oculta en algún lugar de la mañana.”
J. B. PRIESTLEY (1894–1984)
Escritor y Dramaturgo
Haz que hoy sea el mejor día posible practicando la gratitud e
incorporando la magia en tu rutina matinal. Desde el momento en que abres los ojos hasta que te pones los zapatos o terminas de arreglarte, di mentalmente la palabra mágica, gracias, por todo lo que toques y uses. No importa si lo primero que haces no es ducharte y vestirte,
también puedes usar este ejercicio de Una Mañana Mágica como guía y ponerlo en práctica hagas lo que hagas cada mañana.
Si lo primero que haces al levantarte es desayunar, di la palabra mágica, gracias, por todo lo que toques y uses para preparar el desayuno. Da gracias por tu café de la mañana, té, zumo de frutas o desayuno.
Todos estos ingredientes hacen que tus mañanas sean maravillosas y te dan energía para el resto del día. Da gracias por los utensilios de cocina que usas para preparar el desayuno: la nevera, el microondas, el horno, la tostadora, la cafetera o la tetera para hervir el agua.
Cada día sin excepción, digo «gra» en cuanto pongo un pie en el suelo, y cuando pongo el segundo añado «cias», así cuando ambos pies están en el suelo por primera vez en el día, ya he dicho gracias. Cuando voy al cuarto de baño digo mentalmente la palabra mágica, gracias, acompañando cada paso que doy. Luego sigo repitiendo mentalmente, gracias, cada vez que
toco o uso algo de mi cuarto de baño.
Cuando ya estoy vestida y arreglada para empezar el día, estoy tan contenta que podría saltar de felicidad. Y cuando me siento tan feliz, sé que ha
funcionado mi gratitud, y tengo garantizado que va a ser un día mágico.
En el transcurso del día siento realmente que tengo un poder mágico dentro de mí, porque me sucede una cosa buena tras otra. Y cada vez que me sucede algo bueno, estoy más agradecida, lo que acelera la magia, de manera que me sucedan más cosas buenas. ¿Sabes esos días en que todo
parece irte bien? Bueno, pues así es después de practicar Una Mañana Mágica, ¡pero multiplicado!
EJERCICIO MÁGICO
Una Mañana Mágica
1. Cuando te despiertes, antes de hacer nada, di la palabra mágica, gracias.
2. Desde que abres los ojos hasta que terminas de arreglarte, di mentalmente la palabra mágica, gracias, por todo lo que tocas y usas.
3. Enumera Tus Agradecimientos. Haz una lista de diez agradecimientos. Escribe por qué estás agradecido. Relee tu lista, y al final de cada agradecimiento di gracias, gracias, gracias, y siente la gratitud por esa bendición con la máxima intensidad posible.
4. Hoy antes de irte a dormir, toma tu "Piedra Mágica" en la mano, y di la palabra mágica, gracias, por lo mejor que te ha pasado durante el día.
Fuente Rhonda Byrne, La Magia
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