Si has probado toda clase de métodos y técnicas para cambiar cualquier cosa que no te gusta de tu vida y todavía no has conseguido resultados, lo más probable es que pensamientos inconscientes estén influyendo en el flujo energético y su resistencia esté impidiendo que tu vida se transforme, el código de curación es un método que está teniendo brillantes resultados.
Por ejemplo existen recuerdos infantiles dolorosos que la mente consciente olvidó para no sufrir, pero que el corazón albergó a buen recaudo dentro de sí para protegerse de dolores similares futuros. Y ahí es donde está el punto de partida para cambiar de una vez por todas circunstancias de la vida que no deseamos.
El corazón tiene la llave que abre la puerta a toda felicidad, a toda abundan- cia, a todo amor y a toda salud.
¿Qué hacer entonces para desbloquear el dolor del corazón, el dolor que vive en nuestro inconsciente?
Hay una técnica muy buena que desarrollaron los doctores Alexander Loyd y Ben Johnson en su libro “El código de curación”, y consiste en hacer unas posturas con los dedos de la mano sobre diferentes partes de la cara y reali- zar una especie de plegaria u oración.
Las terminaciones nerviosas que tenemos en las puntas de los dedos situa- dos a unos cinco o siete centímetros del cuerpo crean un campo energético curativo que hace que de forma automática entre energía positiva.
Los cuatro centros sanadores son:
- Caballete de la nariz: Sobre el puente de la nariz, en el entrecejo.
- Nuez: Directamente sobre la nuez.
- Mandíbulas: Sobre la parte baja de la mandíbula, a los dos lados de la cabeza.
- Sienes: A un centímetro, aproximadamente por encima de la sien, y a otro centímetro hacia la parte de atrás de la cabeza, la ambos lados de esta.
En cuanto a la plegaria u oración, hay que hacer lo siguiente:
1. Valorar el problema que te ocupa en una escala del 0 al 10.
2. Identificar las creencias insanas relacionadas con el problema.
3. Busca el recuerdo más temprano por ejemplo de tu infancia que te hizo sentir lo mismo que sientes ahora.
4. Valora en una escala del 0 al 10 lo que te hizo sentir aquel suceso traumático infantil o unos cuantos años atrás.
5. Haz una respiración profunda, di la siguiente oración:
“Ruego que todas las imágenes negativas conocidas y desconocidas, creencias no saludables, los recuerdos celulares destructivos y todas los problemas físicos, mentales y espirituales relacionados con .... (problema que tengas) sean descubiertos y curados llenándome con la luz, la vida y el amor de Dios. También rezo para que la eficacia de esta curación sea incrementada en cien veces o más”
Cuando de acaba de decir la oración se empeza el ejercicio de la posición de los dedos sobre las distintas partes de la cara.
Cuando digas la oración debes de sentirte bien, centrarte en imágenes positivas y no recordar el problema que tienes ni el recuerdo infantil que te viene a la mente. Cada posición debe durar treinta segundos y has de repetirlas al menos hasta pasados seis minutos, lógicamente cuanto más tiempo estés mejores y más rápidos resultados tendrás.
Las posiciones deben empezar siempre de esta manera:
1º. Primero se empieza por el entrecejo.
2º. La nuez.
3º. Mandíbulas.
4º. Sienes.
Se acaba realizando otra respiración profunda.
Se puede realizar el Código de Curación para otra persona diciendo la siguiente oración (debe estar conforme esa persona para realizarlo por ella):
“Ruego que todas las imágenes negativas conocidas y desconocidas, creencias no saludables, los recuerdos celulares destructivos y todas los problemas físicos, mentales y espirituales relacionados con .... (problema que tenga) sean descubiertos y curados llenándo a (nombre de la persona) con la luz, la vida y el amor de Dios. También rezo para que la eficacia de esta curación sea incrementada en cien veces o más”
Se hacen las posiciones y al acabar se dice:
"Envío todos los efectos de esta curación a (nombre de la persona) con todo el amor"
Los doctores Alexander Loyd y Ben Johnson que inventaron este método aseguran que su gran eficacia radica en que cada uno de estos cuatro centros corporales curativos se corresponden con los centros maestros de control de todas las células del cuerpo.
Parece que esos centros funcionan como una caja de fusibles, que cuando se encuentra debidamente conectada permite la curación de casi todo. Lo consiguen al eliminar el estrés corporal que ha sido desconectado, lo que permite al sistema neuro inmunológico que reemprenda su labor curativa en cualquier zona dañada del organismo.
¿Por qué? porque el caballete de la nariz incide directamente en la glándula pituitaria, las sienes en el cerebro izquierdo, derecho y el hipotálamo, las mandíbulas en la amígdala, el hipocampo, la médula espinal y el sistema nervioso central, y la nuez en la médula espinal, sistema nervioso central y tiroides. Esto significa que cualquier problema que haya en tu vida puede ser completamente transformado al modificar los recuerdos insanos inconscientes y anular así el miedo oculto que vive en tu corazón.
Por probarlo no perdemos nada ¿no?.
Te recomiendo que lo practiques un mínimo de tres veces al día durante tres meses para que sientas que de verdad ha desaparecido el estrés, después sigue practicándolo toda la vida si te sientes bien. Te animo a que pruebes.
Fuente Ruth Carrillo- Escritora y Terapeuta especializada en psicología holística; Dr. Alexander Loyd, Dr. Ben Johnson El código de curación.
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