viernes, 3 de junio de 2016

¿Cómo puedo prevenir el melanoma?



Consejos para prevenir el cáncer de piel.

El melanoma es el cáncer de piel más peligroso que hay. Los últimos datos recogidos por la AEDV (Academia Española de Dermatología y Venereología) afirman que el cáncer de piel ha aumentado considerablemente en el último cuarto de siglo. Dado su crecimiento constante a lo largo de los años (casi un aumento del 40% entre el año 2008 y el 2012); cierto es que cada vez se hacen más diagnósticos precoces, lo cual acrecenta los porcentajes, pero es necesario extremar las precauciones para prevenir el cáncer de piel.


El melanoma, si se diagnostica en su fase inicial, se cura sin inconveniente en la gran mayoría de los casos, prueba de ello es que el aumento en el número de pacientes con esta enfermedad no supone un aumento del melanoma como causa de muerte; a pesar de ello, mueren aproximadamente 1000 personas al año por esta causa. Por ello es importante saber cómo prevenir el cáncer de piel y actuar en consecuencia.





Las causas que inciden en el aumento de personas afectadas por esta enfermedad, se deben, según fuentes de la propia AEDV, a tres factores clave:
- La capa de ozono está en constante disminución, lo cual implica que hay un nivel mayor de radiación ultravioleta sobre la superficie de la tierra, lo cual implica, a su vez, que existe un claro riesgo de exposición excesiva a los rayos UV.
- Pasamos mucho tiempo continuado exponiéndonos al sol. Y nos advierten de que hemos de replantearnos nuestro contacto con el sol en sus épocas fuertes para prevenir el cáncer de piel.
- El envejecimiento de la población.



Las recomendaciones básicas que nos dan desde la AEDV con respecto a la prevención del cáncer de piel en relación a nuetsra relación con el sol son:

- Los niños no tomen el sol.
- No tomar el sol en las horas de
mayor intensidad.
- Taparse del sol.
- Usar un buen fotoprotector de la forma adecuada.

Es absolutamente fundamental que los niños y adolescentes usen protector solar, ya que al parecer la mayor parte de la radiación que recibimos durante nuestra vida nos llega antes de los 18 años.

Otra recomendación efusiva que hacen desde la AEDV es no usar las cabinas de bronceado, pero insisten más en la idea de que los centros que ofrecen este servicio deberían estar obligados a incluir en las cabinas información sobre el riesgo de contraer cáncer de piel al usarlas y que cada cual decida. En Australia, por ejemplo, se han prohibido este tipo de cabinas y el cáncer de piel ha dismunuído, desde entonces, en un 30%; este dato dice mucho sobre la insalubridad del bronceado artificial.

Debemos tomar nota, protegernos adecuadamente y si tenemos alguna duda, por mínima que sea, consultarla con nuestro médico, la prevención puede salvarnos la vida.



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El ABCDE del melanoma.

Centrándonos en el melanoma, los lunares sospechosos de ser o estar volviéndose malos se detectan mediante la regla ABCDE. Siempre que se detecte alguno sospechoso es imprescindible que sean revisados por un medico entrenado en la técnica de dermatoscopia que la mayoría de las veces es muy fiable, mucho más que la revisión a simple vista. La regla para los lunares tiene en cuenta:
  • A: evalúa la Asimetría. Si son asimétricos, son sospechosos.
  • B: evalúa el Borde. Si es irregular, son sospechosos.
  • C: evalúa el Color. pueden ser marrones claros u oscuros, pero homogéneos. Si hay varios tonos de color, zonas blanquecinas o muy negras son sospechosos.
  • D: evalúa el Diámetro. Si son mayores a 6mm son sospechosos.
  • E: evalúa la Evolución. Es decir, si el lunar ha cambiado de forma o color en el tiempo, si sangra, pica, duele o presenta algún síntoma más.
No todos los lunares que cumplen alguno de los signos serán melanomas, pero es obligado revisarlos por un dermatólogo entrenado en dermatoscopia para que determine el riesgo de malignidad y su necesidad de extirpación para analizarlo o de hacer seguimiento periódico.


Cáncer de piel o melanoma: información.

El melanoma es una enfermedad cancerígena que se da en cualquier área de la piel y que surge al formarse células cancerosas malignas en las células que aportan melanina o color a la piel, y por ello son denominadas clínicamente “melanocitos”.


El melanoma es uno de los dos tipos de cáncer de piel, el otro tipo se conoce frecuentemente como “no melanoma”, y el primero es el menos frecuente. Entre los cánceres de piel no melanomatosos los más frecuentes son los carcinomas de células escamosas y basales. Las células escamosas son delagas y planas y se encuentran en la zona superior de la piel; las basales, sin embargo, son redondas y se encuentran justo bajo las escamosas. Es probable que el melanoma se extienda a tejidos próximos y se desplace a otras zonas del cuerpo, cosa que no es en absoluto frecuente en los no melanomatosos.



El melanoma cutáneo se produce mayoritariamente entre adultos, aunque es también posible que niños y adolescentes padezcan esta enfermedad. Y, entre los adultos, las mujeres suelen presentar melanoma en las extremi- dades superiores e inferiores, brazos y piernas, mientras que los hombres suelen presentar melanoma en alguna parte del tronco.


Factores de riesgo del  melanoma.

Es importante conocer los factores de riesgo del melanoma o cáncer de piel, aquello que aumenta considerablemete el riesgo a sufrir esta enfermedad. Si necesita más información sobre los factores de riesgo del melanoma, no dude en consultar con su médico especialista.

El cambio de apariencia de un lunar en la piel, la aparición de lunares, el cambio de apariencia o pigmentación en una zona de la piel, son aspectos importantes a tener en cuenta. Si estás en alguno de estos casos, no dudes en visitar a tu médico, con ello podrás prevenir el cáncer de piel.

Un factor de riesgo considerado es tener la piel clara, pecosa, que no toma color ante la exposición solar o que toma color parcialmente, en unas zonas pero no en otras, así como que esa piel clara se queme con facilidad. También lo es tener los ojos claros y el cabello rubio o pelirrojo. (Esto no siginifica que una persona con la piel oscura no pueda padecer un melanoma, cualquiera puede sufrir esta enfermedad, pero tales casos no se consideran factor de riesgo).

La exposición ante factores ambiente como la radiación, los solventes y otro tipo de químicos, también aumenta el riesgo de sufrir melanoma, así como la exposición directa durante grandes periodos de tiempo a la luz solar, ya sea o no natural.

Tener muchos lunares pequeños y/o tener algunos lunares de gran tamaño así como tener antecendentes familiares con lunares extraordinarios.

Un sistema inmune débil o debilitado supone un riesgo también para la aparición de melanoma.

También constituye un factor de riesgo haber sufrido previamente un melanoma o tener antecedentes de melanoma en la familia, así como haber sufrido potentes quemaduras de sol, de las que dejan ampollas, en el pasado, sobre todo el la infancia o en la adolescencia.


Síntomas y signos del cáncer de piel.

Si un lunar cambia de color, cambia de forma o cambia de tamaño, tiene unos bordes no regulares, presenta más de una tonalidad, provoca picazón en la piel, sangra o supura, se produce un cambio de color en la piel o aparecen lunares nuevos próximos a lunares ya existentes, en cualquiera de estos casos, es recomendable acudir a un especialista.

Para identificar un melanoma pueden hacernos una biopsia, que puede ser de varios tipos, raspado, punción e incisional/escisional (habitualmente se recomienda solicitar una segunda opinión) y/o un examen de la piel. Si ya se ha encontrado el cáncer de piel puede que se haya propagado y es posible que se generen confusiones (si se ha extendido al pulmón puede parecer perfectamente un cáncer que se inició en el pulmón, y por ello en ests casos se hacen una serie de biopsias especiales para la correcta identificación del origen del problema).

El tratamiento para este cáncer de piel puede variar, en función del estadio en el que éste se encuentre. Puede tratarse con cirugía, con terapia dirigida, con inmunoterapia, con quimio o radioterapia. Para saber más puede dirigirse a la Asociación Española Contra el Cáncer.




Cada vez hay más casos de melanoma, por lo que es especialmente aconseja- ble proteger la piel y los labios de la luz solar, con cremas y bálsamos de alta protección, no exponerse por periodos muy largos y tener en cuenta todas las indicaciones que hemos visto.


Cuando hablamos de proteger la piel de los rayos del sol es muy importante tener en cuenta que no solo en vacaciones nuestra piel está expuesta a factores de riesgo como la deshidratación, la descamación de la piel, rojeces y la aparición de manchas.  

Si bien es cierto que la piel tiene memoria, no debes olvidar que conseguir una piel bronceada y un tono uniforme requiere de unos cuidados básicos y sobretodo conocer tu fototipo de piel. Este verano olvídate de hacer el indio y lucir como una “piel roja”!!

Una quemadura solar es el enrojecimiento de la piel que ocurre cuando el grado de exposición al sol o a una fuente de luz ultravioleta excede la capacidad del pigmento protector del cuerpo (melanina) para proteger la piel.

Será de vital importancia adecuar una debido tratamiento/crema solar que se base en las necesidades reales de nuestra piel.


Antes de tomar el sol.

Prepara la piel para la exposición solar o tu bronceado habiendo exfoliado tu piel previamente.  Liberar la piel de toxinas y residuos, para dejarla lisa y evitar manchas en la piel, que tardan mucho en desaparecer.


¿Qué debemos hacer si nos hemos excedido en la exposición solar y nuestra piel se ha quemado?.

En primer lugar, hay que tener en cuenta que la crema solar de factor alto y el protector solar son tu primera línea de defensa contra las quemaduras solares. La nutricosmética es también de gran ayuda ya que con un tratamiento semana antes de tomar el sol estamos protegiendo desde el interior nuestra piel.

La prevención es siempre la mejor solución, porque aún siendo menos frecuente, tu piel está expuesta no sólo a una irritación cutánea, sino también a la aparición de ampollas y heridas en la dermis que necesitan de un tratamiento específico.
Para tratar de curar estos síntomas lo que haremos es de aliviar la zona con productos  que contengan soluciones hidratantes, calmantes, reparadoras y cicatrizantes, como por ejemplo, aceite de rosa mosqueta, aloe vera, romero… ; y rehidratar el cuerpo desde el interior con zumos naturales y  frutas que contengan mucha agua.

Recuerda que una buena hidratación comienza por una ducha que ayude a liberar de tu piel todas las toxinas acumuladas y sobretodo, calmar y refrescar la piel. Para ello, puedes ayudarte de geles de baño específicamente creados con té verde, aloe vera, salvia y aceites de sésamo, ingredientes que tienen una larga tradición como aceites de masajes en la medicina ayurvédica.

Por último, si tu quemadura está acompañada por sudoración anormal, náuseas o mareos, solicita el asesoramiento de un profesional médico en caso de que estés sufriendo una insolación o deshidratación severa, ambas condiciones pueden requerir el tratamiento adecuado de un médico.



Durante la exposición solar.

La protección es la clave.  Aunque las cremas solares cada vez están más comprometidas con el anti-envejecimiento prematuro de la dermis, ante la duda, apuesta siempre por un factor de protección SPF más alto de lo recomendado para tu tipo de piel.  Si necesitas ir más allá y te preocupan las manchas en el rostro producidas por el sol, te vendrá muy bien una crema facial protectora, diferente a tu crema solar corporal.



Toma nota.

- Para que el producto se deslice fácilmente extiéndelo sobre la piel hidratada.
- En el rostro, ten cuidado con las cejas, el nacimiento del pelo y los párpados. Se puede acumular exceso de producto sobre ellos.
- En el cuerpo extiende una ligera capa de autobronceador sobre codos, rodillas y talones sus pliegues pueden hacer que se oscurezcan en exceso.
- Antes de vestirte, dejar secar el producto diez minutos. Si vas a mojar tu cuerpo tienes que esperar una hora.
- Después de aplicar el producto, lávate las manos y sobre todo las uñas, tiende a amarillar con su contacto.

Tabla de belleza con la que sabrás broncearte de forma responsable, conseguirás un tono adecuado para tu tipo de piel y podrás, con estos consejos, prolongar el bronceado por más tiempo.

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Para pieles extremadamente blancas, lo ideal es comenzar con una exfoliación suave que elimine las células muertas y la piel esté preparada para tomar un color uniforme.

Será esencial proteger la piel durante los primeros días con un factor solar de alta hidratación y tras la exposición solar, hidratar de nuevo la piel con geles de ducha con nutrientes como el aceite de oliva. Antes de ir a descansar, nutre la piel con un Aftersun especialmente indicado para pieles claras ya que aliviará directamente los daños producidos por el sol y la sal marina.

Si eres de piel clara y tu color de cabello es rubio o castaño claro, también debes utilizar una crema solar con SPF 50, en especial si además de quemarte con facilidad, tu piel es difícil de broncear.  La exfoliación previa antes de los primeros baños de sol, te ayudará a evitar pigmentacio- nes irregulares en rostro y cuerpo. Para ello una exfoliación suave con ingredientes naturales será la mejor opción para tu piel. Ya en la ducha tras la exposición solar, te ayudará a calmar la piel un gel que contenga extractos de Aloe Vera. Completa  tu ritual de cuidado con una crema Aftersun que contenga Vitamina E, especialmente indicada por su protección anti-edad, ayuda a prolongar el bronceado e hidrata y suaviza la piel.

Las pieles mediterráneas también están propensas a quemaduras solares, aún siendo un tono más oscuro que los anteriores.  Justamente son las pieles con un mayor aporte de melanina a las que menos cuidados proporcionamos. Exfoliación e hidratación son esenciales para decir adiós al invierno y su blanquecina piel. Para dar la bienvenida al verano, lo ideal son las cremas solares con fórmulas que contienen aceites esenciales y extractos de plantas que activan la producción de melanina. Te ayudarán a broncearte más rápidamente y aportarán un extra de hidratación a tu piel.

Si tienes la suerte de tener un tono bronceado la mayor parte del año, ahora que llegan las vacaciones será perfecto mantener y potenciar tu color de piel con los aceites solares pero, ¿cómo usarlos de forma correcta?.  Lo correcto es proteger la piel durante el día y una vez en casa y tras la ducha, utiliza el aceite para nutrir tu piel y prepararla para el día siguiente. Ayudas a intensificar la producción de melanina, incluso sin exposición al sol, para prolongar el bronceado. La piel está suave y flexible, mejor preparada para la siguiente exposición solar. Aplícala generosamente en el rostro y cuerpo después de la exposición al sol, para aumentar tu bronceado.

fototipo

¿Sientes curiosidad por saber a qué fototipo pertenece tu piel? Pues responde a estas sencillas preguntas. Obtendrás un resultado numérico y con él sabrás el fototipo que te corresponde.

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cuantifica la tolerancia cutánea 

Tu diagnóstico SOLAR:
https://www.facebook.com/AVENE.ESPANA/app/612981115454498/

Fuente http://prevenciondelmelanoma.es/

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