viernes, 10 de julio de 2015

Los diez secretos para ser feliz (1ª parte)

La SALUD del cuerpo es uno de los secretos para tener felicidad



"Recorres el mundo en busca de una felicidad que está siempre al alcance de tu mano"

Horacio


Todos tenemos la capacidad de ser felices, no importa si tienes dinero o no, ni el tipo de trabajo ni el lugar donde vives. La felicidad te libra de la depresión y el dolor, te da sensación de alegría, de maravillado asombro ante la vida.  Pero hay momentos en que nuestra vida se ve afectada por tragedias y pérdidas personales por lo que es natural sentir tristeza o decepción. Hay diversas formas de hacer frente a tales experiencias y, ante los obstáculos y las adversidades de la vida se pueden convertir en triunfos practicando los diez secretos para llegar a la felicidad.

Tu vida es preciosa para malgastarla siendo infeliz.  Cada día debe ser una alegría, no una lucha.
Tu opinión y sólo tu opinión sobre las circunstancias que pasan, es la que condiciona tu estado de ánimo, por ejemplo ¿Quién es más feliz, el que ve su botella medio vacía o el que la ve medio llena?.
La felicidad no depende de lo que cambies en tu vida.... salvo que te cambies a ti mismo.

Todo cuanto ocurre tiene una finalidad, un motivo y una lección que puede enriquecer nuestra vida, cualesquiera que sean las circunstancias, puedes elegir ser feliz. La felicidad es uno de los grandes dones de esta vida y está al alcance de todos. La felicidad no se encuentra ¡se crea!.  Cualquier cosa que creas sinceramente, será verdad para ti, ¡por ello es tan importante que escojas bien lo que quieres creer!

Se puede crear felicidad mediante estos diez principios o secretos:







1) El poder de la ACTITUD.

Regla de oro de la felicidad: Uno es todo lo feliz que previamente él mismo se ha propuesto ser. Las cosas no son lo que nos hacen felices, la verdad es que somos nosotros quienes elegimos ser felices.  El problema es que nuestro paso por la vida vamos adquiriendo actitudes negativas y ellas son las que realmente nos hace infelices.  Si esperas lo peor de la vida, eso encontrarás y te impedirá tomar conciencia de todas las cosas buenas de la vida.  El que ve su vaso medio lleno es más feliz que el que lo ve medio vacío.  Toda experiencia en esta vida viene con un regalo; algo que puede beneficiar nuestras vidas y las de los demás, sólo tenemos que elegir buscarlo.  Lo que determina nuestros sentimientos sobre los sucesos que ocurren en nuestras vidas no son los propios sucesos, sino el significado que nosotros les damos. Podemos ayudarnos a crear actitudes positivas haciéndonos a nosotros mismos preguntas positivas "¿qué puedo aprender o cómo puedo beneficiarme con esta experiencia?".  Durante todo el día nos hacemos preguntas de forma subconsciente.  Las preguntas generan respuestas y esas respuestas producen sentimientos.  Por lo que si te sientes deprimido generalmente significa que te estás haciendo preguntas equivocadas.  Te estás preguntando qué es lo que no funciona en tu vida en lugar de qué es lo que funciona.  Hay que hacernos preguntas que crean sentimientos de fuerza y esperanza.                                 
Cada vez que te encuentras en una situación difícil, hazte tres preguntas:
1. ¿Qué tiene de bueno esta situación? Todo puede ser considerado y al hacerlo, se nos presenta la posibilidad de enriquecer nuestras vidas con cada experiencia nueva. Cuando le das un significado positivo.
2. ¿Qué es lo que todavía no es perfecto?                                          
3. ¿Qué puedo hacer para que las cosas sean como yo quiero que sean, divirtiéndome mientras lo hago? Lo esencial para crear una actitud sana y feliz ante la vida puede resumirse en ¡gratitud!. Busca cosas por las que debes estar agradecido, siempre hay algo por lo que debes estarlo.



2) El poder del CUERPO.

El ejercicio es necesario para la salud física, para lograr un bienestar mental y emocional a largo plazo. El hecho de levantarte y ponerte a hacer algo no sólo ayuda a apartar la mente de los problemas, también cambia nuestra percepción de esos problemas y libera el estrés creado por ellos.  Al mover el cuerpo cambiamos nuestro estado emocional. Las personas que no realizan ejercicio físico sufren atrofia muscular, debilidad física y pérdida de calcio en sus huesos.  Tienden a volverse introvertidos, tensos e hipersensibles y también a sufrir de depresión, ansiedad y fatiga mental.       El ejercico hace que el cerebro libere endorfinas y encefalinas: son estimulante naturales que nos hacen sentir bien.  El ejercico a realizar a de ser aeróbico, ésta palabra significa "con oxígeno" y por tanto incluye todo tipo de actividad o deporte en el que se respira al hacer el ejercicio: nadar, andar, ir en bici, correr o bailar durante 30 minutos al día.
                   
El modo en que usamos nuestro cuerpo influye sobre las emociones.  Las emociones afectan a la postura y ésta afecta a las emociones.  Si estamos inclinados mirando el suelo, nos sentiremos deprimidos, pero si estamos derechos nos sentiremos mejor.  Cambiando la postura del cuerpo cambiamos nuestro estado emocional.  Para ser feliz hay que ser consciente de nuestra postura.  Desarrollamos malas posturas (nos sentamos inclinados sobre la mesa de trabajo o nos recostamos excesivamente para ver la TV) y eso hace que nos sintamos deprimidos.  Una postura sana es aquella en la que la espalda está derecha y relajada.

Una de las mejoras técnicas para mejorar la postura es "la de la cuerda", consiste en imaginar que hay una cuerda atada a la cúspide de la cabeza y que arriba hay un hombre que está tirando suavemente de ella, para mantenerte derecho.  
                     
Otra técnica en la que se utiliza el cuerpo para cambiar los sentimientos es la del "anclaje" o la de asociar.  Recuerda un momento en el que te sintieras feliz, en el momento en que lo recuerdas hacer algo inusual que no haces todos los días (pellizcarte la oreja, doblarte la nariz, cerrar el puño con fuerza).  De esa manera  repites la asociación unas siete o diez veces: el momento feliz con tocar el hombro derecho por ejemplo y cada vez que toques o te toquen ese hombro te sientes feliz.  Estas asociaciones desencadenan un estado emocional: confianza, afecto, compasión etc... Esas asociaciones pueden crearse a través de cualquiera de los cinco sentidos.

Otra forma en la que nuestro cuerpo influye sobre las emociones es con el alimento.  Los alimentos procesados y azucarados como el pan blanco, pasteles y los chocolates, influyen en el nivel de azúcar de la sangre haciendo que te sientas cansado e irritable.  El exceso de café, té, alcohol, tabaco, algunos aditivos artificiales o el aspartamo pueden causar sentimientos depresivos.  En el trigo sarraceno existe rutina, un bioflavonoide que tiene efecto benéfico sobre las ondas cerebrales y ayuda a las personas a salir de la depresión. Básicamente hay que seguir una alimentación nutritiva y completa, abundante fruta fresca, verduras y cereales integrales (arroz, avena, cabada, mijo, pan integral...) ya que ayudan a regular los niveles de azúcar en sangre, reduce la irritabilidad y contraresta los efectos del estrés.            

Nuestro cuerpo necesita la luz del día para conseguir bienestar emocional. Lo ideal es salir cada día a la luz natural durante una hora por lo menos.


Fuente  Adam J. Jackson "Los diez secretos de la abundante felicidad"

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