viernes, 4 de marzo de 2016

Eficaz medida para evitar enfermedades infecciosas.


Las manos, el mayor depósito de patógenos.


Las manos albergan miles de microorganismos: bacterias, virus e incluso hongos. Por este motivo, para prevenir, evitar la transmisión de enfermedades infecciosas y frenar su propagación, es de vital importancia lavarse las manos.

El lavado de manos es uno de los métodos más antiguos, sencillo, eficaz y económico protege de infecciones respiratorias como el resfriado, la gripe, la neumonía, la bronquiolitis, la hepatitis A y la mayoría de los tipos de diarrea infecciosa, entre otras dolencias. 

Quizás sea por eso, por ser algo tan simple y barato, no le damos la importancia que realmente tiene.

Asimismo, una buena higiene de manos es clave para reducir las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria.
Todos los microorganismos presentes en las manos se contagian de manera distinta a través de superficies, objetos, juguetes, dinero, pasamanos, llaves, alimentos y partes del cuerpo, como ojos, nariz o boca, entre otros. Sin embargo, basta un lavado de manos para mantenerlos a raya.
Por lo tanto, es fundamental lavarse antes de manipular alimentos o utensilios de cocina, poner
la mesa, comer -aunque sólo sea un bocadillo- y siempre después de ir al baño, sonarse, toser o haber tocado algún objeto susceptible de estar contaminado (un pañuelo sucio, un pañal), una mascota o al volver de jugar al aire libre. 






¿Por qué es tan importante el lavado de manos?

La flora bacteriana de las manos se divide en:

- Flora residente (colonizante): microorganismos que se encuentran habitualmente en la piel.  No se eliminan fácilmente por fricción mecánica y por esta misma razón es difícil que se transmitan.

- Flora transitoria (contaminante): microorganismo que llegan a la piel al tocar objetos contaminados, no encontrándose habitualmente en ella.  Se transmiten fácilmente y es la primera causa de las infecciones.

El lavado de manos rutinario consigue eliminar la flora transitoria, es decir consigue eliminar perfectamente la primera causa de tansmisión de infecciones en los centros sanitarios.


Tipos de lavado de manos

Hay dos tipos de lavado de manos:

- Lavado de rutina: elimina la suciedad y la flora transitoria de las manos.

- Lavado antiséptico: elimina la suciedad, la flora transitoria y parte de la flora residente.

La diferencia es que en el primero se utiliza jabón normal, y en el lavado antiséptico se utiliza jabón con antiséptico.

Lavado de manos de rutina: indicaciones
- Al entrar y salir del lugar de trabajo.
- Después de usar el retrete.
- Antes y después de comer.
- Tras tocar un objeto contaminado con sangre u otros fluidos corporales.
- Antes y después de usar los guantes.
Para realizarlo se necesitan toallas de papel desechables y jabón con dosificador.

Lavado de manos antiséptico: indicaciones
- Antes de manipular cualquier elemento introducido en el cuerpo (sondas, catéteres,...)
- Antes y después del contacto con pacientes o residentes infectados.
- Antes del contacto con pacientes o residentes inmunodeprimidos.
El procedimiento es igual que en el lavado de manos de rutina pero con jabón antiséptico.


Procedimiento para el lavado de manos.

Antes de comenzar es obligatorio quitarse anillos, pulseras o relojes.  Después de lavarse las manos ya no volver a ponérselos.

Es muy recomendable no acudir a trabajar con este tipo de complementos ya que:
-Pueden lesionar la piel del paciente o residente.
-Son un lugar perfecto para alojar suciedad y microorganismos.

Desarrollar una técnica adecuada para el lavado de manos es imprescindible para asegurarse de que las manos están completamente limpias. Se debe prestar especial atención al dorso de las manos y a las yemas de los dedos, ya que se olvidan con frecuencia.

Es habitual mojarse las manos antes de aplicar una dosis de jabón en la cuenca de la mano; sin embargo, si se tienen las manos muy sucias es recomendable aplicar el limpiador de manos específico apropiado directamente sobre la piel antes de mojarlas. En todo caso, es importante seguir las instrucciones recomendadas por el fabricante.



lavado-manos-OMS

  • Humedecer las manos con agua templada.
  • Aplicar jabón sobre ellas.
  • Frotar manos, espacios interdigitales y muñecas durante un mínimo de 30 segundos.
  • Aclarar abundantemente.
  • Secar con la toalla de papel desechable y cerrar el grifo con la toalla de papel usada o con el codo.

Siempre se debe secar bien la piel para evitar que se agriete, especialmente cuando hace frío.
Siempre debe tener a mano toallas limpias; las toallas sucias exponen la piel a más suciedad y existe riesgo de infección. Lo ideal sería utilizar toallas de un solo uso, ya que con el uso de toallas compartidas cabe la posibilidad de una contaminación.

Lavado de manos

El lavado de manos con jabón es una de las maneras más efectivas y económicas de prevenir enfermedades diarreicas y respiratorias, que son responsables de muchas muertes infantiles en todo el mundo.
Las manos están en contacto con innumerable cantidad de objetos y personas, y también con gérmenes que pueden ser perjudiciales para la salud. Cuando una persona no se lava las manos con jabón pueden transmitir bacterias, virus y parásitos ya sea por contacto directo (tocando a otra persona) o indirectamente (mediante superficies).
Por eso, es importante lavarse las manos:
  • Antes y después de manipular alimentos y/o amamantar.
  • Antes de comer o beber, y después de manipular basura o desperdicios.
  • Después de tocar alimentos crudos y antes de tocar alimentos cocidos.
  • Después de ir al baño, sonarse la nariz, toser o estornudar y luego de cambiarle los pañales al bebé.
  • Luego de haber tocado objetos “sucios”, como dinero, llaves, pasamanos, etc.
  • Cuando se llega a la casa de la calle, el trabajo, la escuela.
  • Antes y después de atender a alguien que está enfermo o de curar heridas.
  • Después de haber estado en contacto con animales.

Cómo lavarse bien las manos
El lavado de manos apropiado requiere de jabón y sólo una pequeña cantidad de agua. Las manos húmedas se deben cubrir con jabón y frotar toda la superficie, incluidas las palmas, el dorso, las muñecas, entre los dedos y especialmente debajo de las uñas, por lo menos durante 20 segundos. Luego, se deben enjuagar bien con agua segura (es preferible usar agua corriente o echarse agua desde una botella antes que usar el agua dentro de un recipiente) y secarlas, ya sea con una toalla limpia o agitando las manos.
Para que el lavado sea realmente efectivo, siempre se debe utilizar jabón. Si se usan adecuadamente, todos los jabones son igualmente efectivos para remover los gérmenes que causan enfermedades. Si no se cuenta con jabón, es posible reemplazarlo eventualmente con alcohol en gel.
Una forma sencilla para que los niños puedan calcular los 20 segundos es encontrar una canción familiar que tome ese tiempo para cantarla; por ejemplo, cantar dos veces la canción del “feliz cumpleaños”.

¿Para qué sirve lavarse las manos?
Los variados agentes infecciosos que pueden producir diarrea se transmiten habitualmente por la vía fecal-oral, es decir por la ingesta de agua o alimentos contaminados y también por la contaminación directa de las manos. El lavado de manos con jabón interrumpe el ciclo de esta contaminación.
Las infecciones respiratorias agudas, como la gripe o la neumonía, pueden evitarse con el lavado frecuente de manos. También los parásitos intestinales e algunas infecciones en la piel y los ojos.
Esta sencilla práctica de higiene es el modo más efectivo de cuidar nuestra salud. 
- See more at: http://www.msal.gob.ar/index.php/0-800-salud-responde/388-lavado-de-manos#sthash.sPIcqSeU.dpuf

Lavado de manos

El lavado de manos con jabón es una de las maneras más efectivas y económicas de prevenir enfermedades diarreicas y respiratorias, que son responsables de muchas muertes infantiles en todo el mundo.
Las manos están en contacto con innumerable cantidad de objetos y personas, y también con gérmenes que pueden ser perjudiciales para la salud. Cuando una persona no se lava las manos con jabón pueden transmitir bacterias, virus y parásitos ya sea por contacto directo (tocando a otra persona) o indirectamente (mediante superficies).
Por eso, es importante lavarse las manos:
  • Antes y después de manipular alimentos y/o amamantar.
  • Antes de comer o beber, y después de manipular basura o desperdicios.
  • Después de tocar alimentos crudos y antes de tocar alimentos cocidos.
  • Después de ir al baño, sonarse la nariz, toser o estornudar y luego de cambiarle los pañales al bebé.
  • Luego de haber tocado objetos “sucios”, como dinero, llaves, pasamanos, etc.
  • Cuando se llega a la casa de la calle, el trabajo, la escuela.
  • Antes y después de atender a alguien que está enfermo o de curar heridas.
  • Después de haber estado en contacto con animales.

Cómo lavarse bien las manos
El lavado de manos apropiado requiere de jabón y sólo una pequeña cantidad de agua. Las manos húmedas se deben cubrir con jabón y frotar toda la superficie, incluidas las palmas, el dorso, las muñecas, entre los dedos y especialmente debajo de las uñas, por lo menos durante 20 segundos. Luego, se deben enjuagar bien con agua segura (es preferible usar agua corriente o echarse agua desde una botella antes que usar el agua dentro de un recipiente) y secarlas, ya sea con una toalla limpia o agitando las manos.
Para que el lavado sea realmente efectivo, siempre se debe utilizar jabón. Si se usan adecuadamente, todos los jabones son igualmente efectivos para remover los gérmenes que causan enfermedades. Si no se cuenta con jabón, es posible reemplazarlo eventualmente con alcohol en gel.
Una forma sencilla para que los niños puedan calcular los 20 segundos es encontrar una canción familiar que tome ese tiempo para cantarla; por ejemplo, cantar dos veces la canción del “feliz cumpleaños”.

¿Para qué sirve lavarse las manos?
Los variados agentes infecciosos que pueden producir diarrea se transmiten habitualmente por la vía fecal-oral, es decir por la ingesta de agua o alimentos contaminados y también por la contaminación directa de las manos. El lavado de manos con jabón interrumpe el ciclo de esta contaminación.
Las infecciones respiratorias agudas, como la gripe o la neumonía, pueden evitarse con el lavado frecuente de manos. También los parásitos intestinales e algunas infecciones en la piel y los ojos.
Esta sencilla práctica de higiene es el modo más efectivo de cuidar nuestra salud. 
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Fuente Consumer - Salud revista nº 204 enero 2016, OMS

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